PORTUGAL-HOLANDA (1-0)

Portugal se proclama campeón de la Liga de Naciones en casa ante Holanda

Guedes firma el triunfo en la final, el segundo título europeo consecutivo de los lusos, frente a un rival que despertó tarde

La selección portuguesa, con el primer trofeo de la Liga de Naciones.

La selección portuguesa, con el primer trofeo de la Liga de Naciones. / periodico

Joan Domènech

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Se presentaba una gran oportunidad de ganar un título en casa y no era plan desperdiciarla. Portugal dejó escapar la Eurocopa del 2004 en la anterior gran generación que tuvo, pero esta vez no falló. Un equipo menos brillante, un equipo de autor en la figura de Cristiano Ronaldo, cuyo brillo eclipsa otros grandes jugadores. Uno de ellos, Gonzalo Guedes, tuvo el honor de firmar el triunfo sobre Holanda y pasar a la historia como el goleador de la primera final de la Liga de Naciones.

Holanda tuvo el balón y Portugal esperó a poder dar el zarpazo en un contrataque. Lo montaron entre Guedes y Bernardo Silva, otro gran futbolista sin luz en la selección –no así en el Manchester City- que hicieron mucho más que acompañar a la gran estrella. Igual que Eder hace dos años, un suplente que salió para anotar el gol decisivo para que Cristiano pudiera levantar el primer trofeo en París.

Guedes dobló la mano de Cillessen en un duro disparo a la media hora, tiempo suficiente para que Holanda pudiera reaccionar. Demasiado encogida, el gol le obligó a desperezarse. Dotada de una gran defensa, pena por un ataque muy justito. Además, Portugal aún se protegió más y gestionó el tramo final como saben hacerlo aquellos equipos que sobreviven agarrados al marcador.

Prudencia compartida

Esta Holanda se permite pocas alegrías, escaldada por los disgustos históricos que se ha llevado por arriesgar más de lo que tocaba. Midió cada paso y cada pase con detenimiento, y nunca avanzó, porque siempre dio tiempo a Portugal a rezagarse. La prudencia del comienzo era compartida: unos no querían exponerse a pases filtrados y los visitantes pretendían evitar pérdidas que ocasionaran contrataques.

De Jong tuvo un indicio de lo que le espera en el Barça: un rival atrasado que no deja espacios, estupendamente ordenado en el campo por Fernando Castro. Se echó hacia atrás para ayudar a sacar el balón a los centrales y William Carvalho le persiguió hasta la defensa. Holanda no supo articular un recurso alternativo, así que se dispuso a sumar el contador de pases sin valor.

El nuevo fichaje azulgrana y los demás espabilaron cuando vieron el marcador en contra. Depay remató inmediatamente después del gol de Guedes, con lo que dio la sensación de que hasta entonces había un punto de indolencia en los naranjas. Hubo verticalidad y velocidad, algo de frenesí y de garra, pero llevado el duelo a ese terreno, Portugal tenía las de ganar. 

Portugal, 1 - Holanda, 0 

<strong>Portugal: </strong>Rui Patricio (7); Semedo (7), Fonte (7),  Dias (6), Raphäel (5); B. Fernandes (7), Danilo (5), W. Carvalho (5); B, Silva (7), Cristiano (6), Guedes (7).