FRANCIA 2019. ENTREVISTA

Mapi León: "Las futbolistas podemos pensar que merecemos más, pero todo lleva un proceso"

Mapi León

Mapi León / MAMEN HIDALGO

Mamen Hidalgo

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Con solo 23 años, Mapi León (Zaragoza) muestra la madurez de una veterana. La central del Barça se sitúa como una pieza clave en la selección española en este Mundial de Francia 2019, y desde esa posición de quien se siente importante lanza un mensaje de calma. Consciente del origen del fútbol femenino, de cómo estaba no hace tanto tiempo, relata que jugar en campos de tierra y vivir de cerca las difíciles experiencias de compañeras más veteranas mantendrá a esta generación con los pies en el suelo. "Como no hemos aparecido por arte de magia y de repente lo tenemos todo, no vamos a pensar ahora que somos invencibles, intocables o que nos merecemos todo". 

Primer Mundial y llega en un momento clave en el crecimiento del fútbol femenino. ¿Más presión? No noto esa presión, o al menos no me la pongo yo misma. Me tomo el Mundial como un reto personal siendo consciente de que lo que vamos a vivir es algo muy bonito. Es mi primera vez y voy a disfrutarlo. Evidentemente vamos a intentar ganar y a hacer todo lo posible para dar una buena imagen y que la gente tenga buena impresión del trabajo que hacemos. Pero si te pones la presión tú misma... 

El mensaje antes del torneo es que no hay un objetivo fijo más allá de ganar el primer partido, que ya sería mejorar Canadá 2015.  El reto tiene que ser ganar el partido que venga y así sucesivamente. Esto implica que estamos muy centradas en el primer encuentro ante Sudáfrica de este sábado y que nuestro único objetivo ahora mismo es ganarlo. Tenemos que dar todo en cada partido y hacer lo posible por ganar, pero lo importante es que cuando terminemos tengamos buenas sensaciones. Si lo das todo y te ganan, eso es el fútbol. 

Esta cita llega en un momento clave: por primera vez empezamos a hablar de un fútbol más profesional. He jugado al fútbol en los pueblos y en campos de tierra y no he sufrido este camino. Lo he disfrutado, como ahora disfruto del máximo nivel. Pienso en cómo empezó todo y en cómo han estado las futbolistas antes que yo, las compañeras que tienen cinco o seis años más, y es muy bonito y es obvio que todas lo estamos viendo. Tenemos que pensar en ello y hablar de ello, pero se te pone la piel de gallina al imaginar que estás siendo parte de la historia. 

Cuando jugabas en esos campos de tierra, ¿tenías referentes femeninos? Realmente no crecí con referentes. Había futbolistas en los que me fijaba muchísimo pero no con intención de ser como ellos, simplemente porque me gustaban. Pero eran masculinos, claro. Por ejemplo Ronaldinho por su alegría, por cómo disfrutaba con el balón. Pero en ningún momento pensaba en ser como alguien. 

Ahora las niñas que juegan sí pueden fijarse en vosotras.  Ya nos conocen. Cuando empecé a jugar al fútbol no sabía nada, igual porque era muy provinciana y estaba en Zaragoza. No tenía ni idea de que existía la Primera División femenina. Pero si nadie te lo enseña no lo sabes, y está claro que ahora las niñas sí pueden tomarnos como referentes. El otro día estaba viendo la tele y de repente salió el anuncio de promoción del Mundial. ¡Chaval, qué guay! Ni siquiera salía yo pero era ver a mis compañeras... Los hombres deben estar super acostumbrados, pero para nosotras todo es nuevo.

En este crecimiento hacia la igualdad hay una ausencia significativa, la de Ada Hegerberg. ¿Es un ejemplo para las demás? Lo que hace Ada es genial, porque tiene unos pensamientos y los va a llevar hasta el final. Si no lo hiciera, probablemente estaría incluso traicionándose a sí misma. Si cree que tiene que hacer eso o que tiene una responsabilidad me parece genial su decisión, además como una persona referente que ha ganado el Balón de Oro es importante que lo haga. 

¿Cómo utilizar esa voz que tenéis para generar cambios sociales? Somos importantes pero también responsables. De este poder somos más conscientes ahora, de que tenemos la palabra y de que juntas somos muy fuertes. Pero también hay que pensar en lo que nos ha costado llegar hasta esta situación y que no podemos cargárnoslo. Imagina que por pedir algo que no es realista acabamos con ello. Podemos pensar que merecemos más o menos, pero todo lleva un proceso y hay que pasarlo. Queremos el cambio, vamos a luchar, está claro. Melanie Serrano, por ejemplo, lleva 15 años en el Barça y cuando ahora vive la final de Champions se emociona un montón. Es consciente de lo que tiene ahora o lo que está viviendo ahora. Hay que valorarlo.

¿Qué se hace para no perder la perspectiva? Esta generación de futbolistas está viviendo el cambio. Como no hemos aparecido por arte de magia y de repente lo tenemos todo, somos muy conscientes de lo que nos ha costado, de cómo ha sido el proceso, y eso va a hacer que no estemos en la parra, que ahora pensemos que somos invencibles, intocables o que nos merecemos todo. Esto es resultado de mucho trabajo, de currar y de demostrar que teníamos un hueco y que merecemos más. Pero eso también hay que demostrarlo en el campo.