DECLARACIONES EN ARGENTINA

Messi comparte un grupo de whatsapp con Neymar y Suárez

Antes de disputar la Copa América puso en duda su presencia con Argentina en el Mundial de Qatar y volvió a ser autocrítico por la derrota ante el Liverppol

Messi, concentrado con la selección argentina.

Messi, concentrado con la selección argentina. / periodico

Abel Gilbert

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Habló Leo Messi, y como siempre que abre la boca, sus palabras impactan en Argentina y Barcelona. Integrado ya en la selección celeste y blanca, y con la mirada y todas las ilusiones puestas en la Copa América, el mejor jugador del mundo dejó ante los micrófonos de Fox Sports algunas revelaciones sorprendentes. “Tengo un grupo de Whatsapp donde estamos Suárez, Neymar y yo. Neymar es un fenómeno, sí, seguimos hablando. El grupo se llama algo de sudamericanos... los tres sudacas, o algo así”, dijo durante la larga entrevista. 

Horas antes de la final de la Champions no pudo dejar de expresar su dolor por quedarse afuera. “Fue una desgracia lo de Liverpool, cometimos errores boludos (estúpidos), nos llevaron por delante en ganas y actitud”, dijo sobre la derrota en Anfield. Predijo un partido “muy parejo” entre entre Liverpool y Tottenham.

Habló Messi y algunos temblaron porque puso un signo de pregunta sobre su presencia en el Mundial de Qatar. “Falta para el Mundial, todavía no sé si llego”, dijo y se encendieron las alarmas. Algunos se atreven a veces a criticarlo pero para la inmensa mayoría de un país futbolero es inimaginable por ahora una selección sin su gran referencia.  “Hoy estoy espectacular pero no sé cómo voy a seguir. Ojalá no tenga ninguna lesión grave”, dijo Messi. El fútbol es, ante todo, un modo de vivir, de estar en el mundo. Por eso aclaró: “el día que no me divierta jugar, no lo hago más. Disfruto de los entrenamientos y de los partidos. Como cuando era chico”.

En defensa de Suárez

Hablo Messi y reiteró su deseo enorme de ganar algún título con el combinado nacional,  elogió a Pep Guardiola (“un maestro para mí”) y Sergio Ramos, recordó la posibilidad fallida de ser contratado por River Plate antes de viajar a Barcelona y, también, hizo una defensa encendida de Luis Suárez. “Le empezaron a pegar a Suárez, a decir que se había operado, que había preferido la Copa América con Uruguay y no jugar la final de la Copa del Rey, y la realidad es que Luis viene arrastrando una lesión de rodilla hace un montón de tiempo, que viene jugando con molestias, con dolores. Después de Liverpool llegó un momento en que no daba más, porque se le agravó lo que venía arrastrando y no le quedó otra que operarse, no fue él que eligió. Al decirlo yo también es raro, porque es mi amigo y nadie va a pensar que puedo llegar a hablar mal de él, pero es la realidad”.

Habló Messi, de su amor “a primera vista” con su esposa Antonella, de la suerte que tiene por llevar una “vida normal” a pesar de su condición de estrella. Confesó el deseo de ser padre de una nena y de la incomodidad que le provoca verse en la televisión. “Me da vergüenza”. Contó que su hijo Thiago “sufre muchísimo” cuando pierde. “Le pasó contra el Liverpool o en la final de la Copa del Rey”.

Añora a Mascherano

Hablo Leo y dijo que todavía no puede sacarse la espina del Mundial perdido ante Alemania en Brasil 2014. “Con (Alejandro) Sabella fue con el técnico que más disfruté en la selección”, dijo. Prefirió no hablar de Jorge Sampaoli pero dejó entrever que no guarda una opinión muy considerada. Mucho menos de la experiencia de Rusia 2018. En cambio elogió al Diego Maradona entrenador. “Fue especial. Él estaba muy bien de todo”.

Ahora tiene la oportunidad de liderar un nuevo proyecto del combinado argentino. A Messi le cuesta creer que Javier Mascherano no está al lado suyo. Valora no obstante el recambio y aseguró sentirse “uno más” en el plantel. “Quiero termina mi carrera habiendo ganado algo con la selección o intentarlo todas las veces posibles”.

A estas alturas de su carrera prefiere olvidarse de la minoría que duda de su compromiso. “No quiero quedarme con los comentarios malos”. A Leo le “encanta” venir a su país, aunque todavía se sienta algo perdido en Buenos Aires. Su ADN es Rosario. Ahí está “mi gente”.

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