El Espanyol muere en la orilla ante un Betis desquiciado

Una vez más se repitió la  historia. El Espanyol se adelantó, rozó el triunfo y acabó castigado. Todo apuntaba hacia la victoria perica en pleno incendio del Betis hasta que un zurdazo de Feddal en el minuto 93 selló unas tablas totalmente inútiles para ambos equipos (1-1). Blanquiazules y verdiblancos quedan a seis puntos del Athletic, que ocupa ahora la séptima plaza. El tren europeo difícilmente volverá a pasar.

Los hinchas pericos ya han visto demasiadas veces la misma película. Ya sea por falta de madurez, inexperiencia o simplemente por un tema físico, el Espanyol ha dejado escapar demasiados puntos en el tramo final de los partidos. Así es imposible aspirar a cotas importantes. Ni siquiera en el escenario perfecto, con un gol a favor, ante un rival desquiciado y una afición pidiendo la dimisión de Quique Setién desde el primer minuto al último, pudo llevarse una alegría completa el conjunto de Rubi.

Sin Pau ni Wu Lei

Sin esos inexplicables bajones de los últimos minutos el Espanyol estaría peleando por entrar en la Champions. Así de claro. Hasta 25 puntos se han escapado después de adelantarse en el marcador. Una barbaridad. La decepción es considerable si se tiene en cuenta el calendario final de los pericos, que se medirán con Atlético, Leganés y Real Sociedad en las tres últimas jornadas, tres rivales que no se juegan nada.

"Los jugadores están muy afectados. Estamos muy tristes, pero no hay nada perdido" (Rubi)

El pulso se inició con novedades interesantes en ambos bandos. En los andaluces solo sobrevivieron cinco jugadores respecto al once que fue humillado por el Levante en la jornada anterior. Pau López, el exportero del Espanyol, fue el primer damnificado de la goleada. También Rubi se reservó un retoque táctico  El técnico, que tenía la baja importante de Naldo, se decantó por una defensa de cinco, cosa que solo había ocurrido en el derbi del Camp Nou. Como en aquella ocasión, el sacrificado del once fue el chino Wu Lei.

"¡Quique vete ya!"

Aprovechar la ansiedad del Betis era el objetivo de los pericos. Nunca es fácil jugar en casa cuando existe una afición dividida y tremendamente beligerante con su entrenador. Los gritos de «¡Quique vete ya!» «Serra échalo», en referencia al vicepresidente deportivo Serra Ferrer, fueron constantes.

Es evidente que la mayor parte del público bético, de escasa memoria y conocimiento, no quiere ver más al único técnico que ha sido capaz de ganar en este curso al Atlético y Barça. Quizá prefieren la época, no tan lejana, de Poyet y Víctor Sánchez del Amo, cuando el Betis acabó el 15º de la Liga hace dos años. Con Setién entró en Europa y jugó las semifinales de Copa. Ahora la vida es muy diferente y el ambiente resulta irresperable.

Gol de Darder

El guion pudo cambiar perfectamente en el comienzo. Sergio Canales estuvo a punto de adelantar a los béticos en un remate bloqueado de forma milagrosa por Pedrosa (m. 2). Joel emergió para evitar un tanto de Lluís López tras un córner que enfureció aún más a la parroquia andaluza.

Un regalo incomprensible de Canales allanó el camino de los blanquiazules. El internacional cántabro manchó su excelente temporada con un regalo a Borja Iglesias, que se quedó solo ante Joel. Mandi salvó bajo palos el tiro del gallego, pero el balón acabó de nuevo en el Panda, que cedió a Darder para firmar el 0-1 (m. 37).

Una buena ocasión de Marc Roca (m. 50) y un gol anulado por fuera de juego a Iglesias (m. 53) estuvieron a punto de suponer el 0-2, pero el Betis no se rindió. Los andaluces apretaron hasta el final y Feddal puso las tablas en el tiempo añadido mientras 'ardía' la grada del Villmarín.