EL TOQUE INGLÉS

El carnaval del Hartlepool United

A los ingleses les gusta demasiado el futbol para verlo solo por televisión, por eso están en contra de cualquier liga europea que debilite los campeonatos domésticos

Los seguidores del Hartlepool, disfrazados de pitufos en un viaje con el equipo.

Los seguidores del Hartlepool, disfrazados de pitufos en un viaje con el equipo. / periodico

Josep Martí Blanch

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La gente de capital acostumbra a creer que el sol no sale hasta que ellos despiertan. Lo dicho vale también para los pueblos grandes como Barcelona. Cuando los barceloneses escogieron a Ada Colau para gobernarles, creyéronse los primeros en selecionar para cargo tan relevante a una activista cuya experiencia política era vestirse de vez en cuando de Abeja Maya. Si los capitalinos no fueran tanto de mirarse el ombligo, hubieran sabido que todo estaba ya inventado y que en el 2002, en la ciudad de Hartlepool, al noreste de Inglaterra, ya habían elegido como alcalde a alguien llamado H'Angus, un mono-mascota del equipo local de fútbol que ganó las elecciones con un lema imbatible "Platanos gratis para los escolares". El primate, que había protagonizado algunos escándalos por los estadios de futbol simulando practicar sexo con una aficionada y también con una muñeca hinchable, fue reelegido cuando acabó su primer mandato, veremos qué ocurre con nuestra abeja.

La relación de Hartlepool, a los pies del Mar del Norte entre Middlesbrough y Sunderland, con los macacos venía de lejos. Cuando las guerras napoleónicas colgaron a un mono que había sobrevivido al naufragio de una embarcación francesa ante las costa británica. Fue acusado de espiar para Napoleón Bonaparte. Como quiera que el primate, como era de esperar, no hablaba idiomas, no logró aclarar nada con sus respuestas ante el Tribunal Supremo de turno y fue ajusticiado en la misma playa en la que había sido encontrado. Vaya usted a saber qué hubieran hecho en esa ciudad en ese tiempo si, de pronto, les hubiera caído del cielo alguien como Cayetana Alvárez de Toledo pidiéndoles hablar en francés para que se les entiendera. Mejor no imaginarlo.

Una maravillosa tradición

Hartlepool es tierra de futbol. El club de la ciudad, el Hartlepool United, juega en la quinta división, la National League, y sus seguidores son conocidos como los Monkey Hangers (Ahorca Monos). Con tanta monada a sus espaldas, han hecho del sentido del humor su carta de presentación. Son, para entendernos, gaditanos nacidos en Inglaterra. Han apuntalado una maravillosa tradición. El último partido de la temporada fuera de casa la afición "Ahorca Monos" se desplaza al campo del rival disfrazada, todos del mismo modo, para dar color a los últimos minutos del campeonato. Este año lo harán acudiendo ataviados de caballeros mediavales al campo del Barrow, que ya ha anunciado que solo permitirá el aceso con espadas hinchables, no vaya a ocurrir que el partido acabe convertido en un episodio de Juego de Tronos. La tradición del disfraz colectivo viene de lejos y ya es casi un acontecimiento en el fútbol inglés a pesar de la modestia del club que la protagoniza. En temporadas anteriores se han vestido de Pitufos, pingüinos, soldados del imperio de Star Wars, payasos, mimos, Oompa Looompas o Bob Marleys.

La afición colorista del Hartlepool United, o la de cualquier otro equipo de cualquier otra división en cualquier otro punto cardinal de Inglaterra, sirve para explicar por qué los clubs de las islas (incluidos los seis magníficos: ManU, City, Liverpool, Tottenham, Arsenal y Chelsea) se han posicionado en contra de cualquier intento de liga europea que deba construirse a fuerza de devaluar campeonatos domésticos. Les gusta demasiado el fútbol para verlo solo por televisión. Saben que el aficionado es parte de este deporte y no solo un figurante necesario para una vistosa retransmisión.