El VAR rescata al Atlético ante el Girona

Tras tres victorias seguidas, cayó el Girona en Madrid. Tras cinco empates en cinco encuentros, dobló la rodilla el equipo gerundense ante el Atlético. Vendieron muy cara la piel los de Eusebio, pues el VAR tuvo que salir al rescate de los locales en una acción donde se necesitaron trazar diagonales, paralelas y tangentes para determinar que Godín estaba habilitado en el 1-0. El partido ya estaba muriendo y el Girona acariciaba un punto que al final se le fue de la punta de los dedos y que convierte en transcendental el derbi del próximo sábado en Montilivi ante el Espanyol. El 2-0, en la última acción de partido, fue anecdótico después que en la acción anterior Muniesa hubiese tenido la posibilidad de marcar el 1-1.

Cambió casi medio equipo Eusebio. Las bajas de Juanpe y de Stuani fueron por causa de fuerza mayor, no así las de Ramalho, Granell (en el banquillo) y Raúl Carnero (fuera de la convocatoria). Lo que no cambió el técnico fue el esquema, aunque Simeone vaticinara en la previa la vuelta a la defensa de cinco con tres centrales. Eusebio mantuvo el 4-1-4-1 con Douglas Luiz como gran novedad en el engranaje entre la defensa y el centro del campo y Seydou Doumbia como referencia ofensiva. El brasileño volvió después de más de un mes de baja y el marfileño tuvo una de las oportunidades que se le presentan en cuentagotas porque el descomunal momento de forma de Stuani hace que el uruguayo deje muy poco espacio a los jugadores de la plantilla que son competencia directa.

Mejores ocasiones de Doumbia

No hizo un mal primer tiempo Doumbia, que tuvo las dos mejores oportunidades del Girona, la primera al cabecear un centro de Pedro Porro (3’) y la segunda en otro remate de cabeza tras una asistencia de Muniesa (35’). En ambas acciones emergió Oblak, como también lo hizo Iraizoz en una rematada del mismo Doumbia que casi acabó en un autogol (30’). Pese a ello, el marfileño estuvo mejor que sus compañeros de linea, Borja García (de más a menos) i Portu, inédito en los primeros 45 minutos. El Girona estuvo sobrio en defensa y dejó al Atlético con pocos argumentos ofensivos. Eso sí, cuando los locales inclinaron el campo, los de Eusebio debieron emplearse a fondo para evitar que Griezmann y Morata recibieran el balón en zona de riesgo. La gran oportunidad local fue un trallazo de Koke que se estrelló en el travesaño con Iraizoz ya batido (39’).

Hizo muy buena pinta el Girona tras el descanso. Por momentos, se adueñó por completo del balón, con el Atlético desubicado y sin apenas ideas. Cuando Borja, Douglas y Aleix se asociaron, los visitantes sembraron la inquietud en el Wanda. No acabaron de intimidar porque les faltó dar el golpe de gracia. Apretaron, pero no ahogaron. Simeone trató de hacer reaccionar al equipo con los cambios, pero cuando el Atlético puso el balón en el área rival apareció Iraizoz.

Hasta que llegó el gol de Godín en diferido, pues el árbitro lo había anulado por fuera de juego. El córner estuvo pésimamente defendido por los gerundenses, que acusaron el golpe y no tuvieron capacidad de reacción pese a que no lo dejaron de intentar en ningun momento, ya con Lozano, Roberts y Valery sobre el césped.