PSG: Petrodólares Sin Gloria

Cuando en el año 2012 el fondo de inversiones Qatar Investement Authority, creado por el Gobierno del pequeño país del Golfo Pérsico para gestionar los superávits generados por la industria del petróleo y el gas natural, se hizo con el control absoluto del Paris Saint Germain, los nuevos responsables de la entidad anunciaron que el propósito de la operación era convertir al club parisino en hegemónico en Europa. Siete años y 1.150 millones de euros invertidos después, el PSG sigue sin saber lo que es pasar de cuartos de final de la Champions League (encadena tres temporadas cayendo en octavos), y la cataclísmica eliminación sufrida el miércoles a manos del Manchester United ha sumido al proyecto que encabeza Nasser Al-Khelaïfi en un estado de anodada estupefacción próximo al colapso.

“Aún peor”, titulaba el diario ‘L’Équipe’ en su portada, aludiendo a la histórica remontada protagonizada por el FC Barcelona hace dos años. Aquel 6-1 en el Camp Nou parecía el punto de inflexión a partir del cual el PSG había perdido la inocencia y había entendido que competir en Europa no es solo una cuestión de dinero y de calidad, sino también de actitud, de convicción y también, ¿por qué no?, de historia. La derrota del año pasado ante el Real Madrid resultó dolorosa, pero entraba al fin y al cabo dentro de lo asumible, con el atenuante añadido del infortunio que supuso la lesión de Neymar. Lo del miércoles, por el contrario, vuelve a escapar a toda lógica.

El PSG fracasa ante un épico United

En esta ocasión, ni siquiera pueden los parisinos escudarse en las bajas de Neymar y Cavani, porque su rival, el Manchester United, obligado a remontar el 0-2 de la ida, se presentó en el Parc des Princes sin más de medio equipo titular. Ni Pogba, expulsado en el primer partido de la eliminatoria, ni los lesionados Matic, Martial, Lingard, Alexis, Herrera, Mata, Valencia y Jones pudieron viajar, y Ole Gunnar Solskjaer tuvo que acabar recurriendo a Greenwood y Chong, dos jóvenes del filial de 17 y 19 años. Al final, y VAR mediante, 1-3. Como señaló ‘L’Équipe’, “lo impensable volvió a producirse”.

En la cuerda floja

“Es un resultado incomprensible, no se puede analizar”, declaró tras el descalabro Al-Khelaïfi, que descartó tomar decisiones en caliente. “Eso hay que hacerlo con la cabeza fría”, añadió. Lo cierto es que las cabezas del entrenador, el alemán Thomas Tuchel, y el director deportivo, Antero Henrique, no son las únicas que peligran. La presencia del propio Al-Khelaïfi al frente del proyecto empieza a ser muy cuestionada por los inversores cataríes y entre las estrellas del equipo está cada vez más arraigada la convicción de que para alcanzar títulos continentales (y los premios individuales que de ellos se derivan) van a tener que cambiar de aires.

En este contexto de llanto y crujir de dientes, los focos se dirigen, sobre todo, hacia dos jugadores: Neymar y Mbappé. 400 millones pagó por ellos el PSG en el verano del 2017 (son los dos fichajes más caros de la historia). En este tiempo, el astro brasileño ha visto cómo su decisión de alejarse de la sombra de Leo Messi para subir un peldaño en el escalafón futbolístico fracasaba estrepitosamente. El francés, por su parte, empieza a mostrar signos de impaciencia y a plantearse un futuro fuera de los estrechos márgenes de la Ligue 1. El Real Madrid, otro club en fase de derribo y reconstrucción, ya ha tirado la caña por ambos.