ATLÉTICO -- VILLARREAL (2-0)

Morata mantiene al Atlético en la brega (2-0)

El equipo de Simeone se impone a un Villarreal maniatado por sus propios problemas y conserva el segundo puesto en la Liga

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Alejandro García

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Si Diego Costa es para el Atlético un sillón, el predilecto de su mansión, en el que siempre encuentra la mejor posición para dormir la siesta; Morata es un sofá-cama, que no es exactamente lo mismo, ni tan cómodo para ese momento específico, pero cumple la función para la que se le requiere, entre sus diversas utilidades.

El Atlético cimentó su victoria ante el Villarreal de la mano de un Morata que, a la imagen y semejanza de Costa, peleó cada balón, se exprimió en cada carrera, se pegó con los centrales rivales, arrancó los aplausos de la grada con acciones defensivas y, por fin, celebró un gol con su nueva grada. El delantero fue la concreción de un Atlético serio y aplicado que se mantiene a siete puntos del líder Barcelona.

Para bajar de nuevo a la terrenal Liga, después del paseo por el paraíso que fue la Liga de Campeones, el vitoreado Simeone dispuso una alineación para llevar la iniciativa, con Koke portando la manija de un equipo propositivo y combinativo, pero menos vertiginoso de lo que quería su entrenador. El buen trabajo rojiblanco no terminaba de concretarse en ocasiones, con un Griezmann algo espeso, sin terminar a romper en todo el partido. 

ENCOMENDADOS A CAZORLA

El Villarreal, encomendado únicamente a Cazorla para elaborar a través de una circulación lenta y poco dañina, hizo aparecer a Oblak en el primer balón directo que jugó y creó peligro cada vez que consiguió llevar el balón a Bacca con transiciones rápidas, aunque fueron a menos conforme avanzaban los minutos.

El partido fue transcurriendo entre ataque atléticos extremadamente elaborados, pero culminados tibieza; y el encierro en torno a su área al que parecía confiando el Villarreal, cada vez con menos balón y con las líneas hundidas en su área. Y así llegó el 1-0, tras un centro de Filipe Luis después de trabajar y trabajar la jugada. Morata buscó con ahínco y encontró el gol, que le había negado dos veces el VAR, gracias a un remate de atacante puro: encimado por un defensa, al primer toque, desde dentro del área y ajustado al palo.

Los castellonenses, atados a su línea defensiva de tres centrales, intentaron estirar líneas y abrieron los espacios que estaba buscando desesperadamente el Atlético. Lemar, más participativo que otros días, con el impulso del marcador a favor, recuperó por momentos el desborde que parecía haber perdido cuando llegó a Madrid.

UN VILLARREAL ATENAZADO

El equipo de Calleja transmitió la sensación de transitar constreñido por La Liga, atenazado por sus propios miedos, víctima de los errores que le han metido abajo y a los que todavía está en proceso de superar. La desesperación de Cazorla fue creciendo ante la inoperancia ofensiva de un equipo que, cuando tuvo que exponerse algo más para atacar, sufrió en defensa hasta perder todas sus opciones en el partido.

El partido iba transcurriendo sin que sucediera nada, sin llegadas de peligro ni ocasiones, sin que el Villarreal consiguiera inquietar, pero tampoco sin que el Atlético se acercara a la sentencia. Calleja abandonó la línea de cinco defensas en busca del empate y Simeone se encomendó a Diego Costa para hacer el segundo. 

El delantero de Lagarto cazó dos mano a mano en un minuto, después disfrutó de un remate franco de cabeza, pero en ningún caso llegó ni siquiera a disparar, aún lejos de su mejor estado de forma. Pero la sensación era de que el Atlético volvía a tener mucha presencia en ataque y en cualquier momento llegaría el segundo gol local. 

El Villarreal siguió intentando crear peligro, con la esperanza de un empate tan cercano, a un gol, y, a la vez, tan remoto, con Giménez y Oblak por medio con la convicción de evitarlo. Simeone terminó de obstaculizar el intento de crecimiento amarillo con la entrada al campo de Thomas, por Lemar, y terminó sin sufrir ante un Villarreal demasiado expuesto.

SENTENCIA DE SAÚL

Al final fue Saúl el que terminó de decantar el partido para el Atlético, con un toque sutil ante la salida de Asenjo, en otro contragolpe y certificó una victoria trabajada importante después de la exhibición europea que asienta al Atlético en la segunda plaza de la clasificación, a la cabeza de la persecución del intratable Barcelona de Messi.

Ficha del partido:

<strong><span style="font-size: 1.6rem;">ATLÉTICO             </span><span style="font-size: 1.6rem;">2</span></strong>