El Espanyol se disipa ante el colista (1-1)

Frenazo para el Espanyol. Las cuentas de la lechera no le salieron bien al conjunto blanquiazul, que eleva a cuatro la racha de jornadas sin perder pero que no puede dar por bueno un empate en casa ante el colista (1-1). Sobre todo después de una gran primera mitad en la que Cornellà disfrutó con la brillante actuación de Wu Lei y el golazo de falta de Granero. En la segunda llegó el desastre. Etxeita empató para el Huesca nada más comenzar y el partido dio un vuelco. El Espanyol, que soñaba con un seis de seis pensando en la visita del Valladolid del próximo sábado, sumó un punto y gracias.

"Me gustaría poder decir que es injusto pero, para pena nuestra, el empate es justo", reconoció Rubi. El Espanyol se dio un festín en la primera mitad, pero no aprovechó sus ocasiones y, como burbujas que se escapan de la gaseosa, acabaron desbravando un equipo que salió al campo con mucho gas.

Darder tardó cuatro minutos en ver que a la espalda de los tres centrales había un filón para Wu Lei y Borja Iglesias, que formaron el tridente de ataque con Melendo. 'El Panda' se pasó de generoso en la primera oportunidad, quizá por falta de coordinación con su nuevo compañero de ataque. Poco después, en una acción muy similar, optó por el disparo, pero se le fue a las nubes.

Velocidad y descaro

Menos timidez demostró Wu Lei, por momentos protagonista absoluto del partido. Su capacidad de desborde hizo vibrar a los 20.000 aficionados reunidos en Cornellà, felices de ver que su fichaje no ha sido un cuento chino. Lei es un buen jugador, al que quizá le falte pausa en la última decisión, sea el pase o el disparo. Pero desde luego no le teme a intentarlo.

Un disparo de rosca desde la esquina del área (m. 10) y una preciosa volea (m. 14) pasaron fregando el palo izquierdo de Santamaría. Cornellà disfrutaba porque no se sufría atrás, más allá de jugadas puntuales en las que la defensa blanquiazul se liaba sacando el balón por un exceso de confianza. Enric Gallego, en su vuelta a casa (pasó por el Espanyol B y brilló en sus dos etapas en el Cornellà), no tuvo su mejor partido.

Granero, quizá el menos acertado hasta entonces, abrió el marcador al servir con un guante una falta en la frontal del área, algo escorada a la izquierda, perfecta para su sutil golpeo con la derecha. El balón le quitó las telerañas a la escuadra de la portería de El Prat (m. 20).

Wu Lei siguió sacando los colores a Akapo y Etxeita, pero el 2-0, que habría sido merecido, nunca llegó. Tampoco el 1-1 en un disparo a bocajarro de Gallego que Dídac desvió a tiempo con el cuerpo.

Taconazo inversímil

Esa falta de contundencia la pagó el Espanyol tras el descanso. Una falta en la frontal del área acabó con un potente disparo que Pulido desvió con el talón para superar a la defensa con una vaselina y que Etxeita fusilara a Diego López (m. 47). Una acción magistral y seguramente irrepetible para los dos centrales azulgranas.

En 90 segundos el partido cambió por completo. El Huesca, que había sido un muñeco en manos del Espanyol, desactivó a Marc Roca y no solo creyó en el empate sino también en la victoria. Chimy Ávila tuvo en sus botas el 1-2 tras dejar sentado a David López, pero su disparo se fue rozando el palo. Sí se estrelló contra la madera un chut de Wu Lei tras una gran jugada personal con recorte en el área incluido (m. 63).

El Huesca dio vía libre a sus laterales y con 3-5-2 convirtió el partido en un correcalles. 'El Panda' pudo marcar de cabeza a centro de Pedrosa (m. 79), pero aún más claro fue un furioso cabeceo de Cucho que se fue alto por muy poco (m. 84).