El Bayern impone la prudencia en Anfield

Consciente de que está lejos de la brillantez de otros tiempos, el Bayern salió a Anfield a cumplir el expediente de mínimos y a priorizar la defensa de sus carencias sobre el ataque a las debilidades del rival. Lo consiguió en muchos tramos ante un Liverpool presa de la impaciencia y la frustración que no encontró el acierto en los metros finales que correspondía a su ambición.

El Bayern eligió protegerse del habitual frenesí del Liverpool aplicando considerables dosis de cloroformo al partido hasta adaptarlo a su ritmo idóneo, con posesiones eternas en la retaguardia, sin dejar desprotegida nunca a su lenta defensa ante la eléctrica delantera local. El Liverpool, sin sus centrales titulares, sufrió con los errores defensivos individuales y no inquietó en acciones ofensivas hasta que no comenzó a imprimir la velocidad que necesitaban para ser dañinos.

Liverpool-Bayern, el clásico menos clásico

Los mejores minutos del Liverpool

El equipo de Kovac empezó perder peso con la llegada de Firmino al partido, que comenzó a repartir juego hacia todos los frentes con asistencias con las que sus compañeros no terminaban de ser certeros. Los de Klopp terminaron el primer tiempo asediando a la aculada defensa bávara, pero no certificó su dominio creciente con un gol.

El plan del Bayern no varió tras el descanso, pero el vendaval del Liverpool no se detuvo. Los de Klopp adelantaron de forma descarada la línea presión y convirtieron la obsesión alemana de ralentizar el ritmo con la posesión en su mejor arma. Cada robo se convertía en una transición vertiginosa contra la portería de Neuer, pero la efectividad y la precisión en los últimos metros no fueron virtudes de las que pudieran presumir los jugadores de Liverpool al final del partido.

El miedo a encajar

El ímpetu del Liverpool se fue apagando y el temor a recibir un gol se fue dejando sentir en el partido. El Bayern volvió a imponer el ritmo cansino y trotón que le interesaba para imponer la cautela, sin apenas presencia de sus atacantes en el partido, más allá de acciones individuales aisladas.

Revuelto entre combinaciones y conducciones imposibles, el Liverpool iba perdiendo sagacidad a la hora de discernir en los metros decisivos, ante la creciente frustración de la hinchada inglesa con la falta de concreción de sus futbolistas. Lo siguió intentando el Liverpool en el tramo final, pero el empate a cero era un resultado satisfactorio para los dos y así se cerró el primer envite de la batalla.

Alineaciones

Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold, Fabinho, Matip, Robertson; Keita (Milner, m. 75), Henderson, Wijnaldum; Salah, Mané, Firmino (Origi, m. 75). Técnico: Jurgen Klopp.

Bayern: Neuer; Kimmich, Süle, Hummels, Alaba; Javi Martínez, Thiago; Gnabry (Rafinha, m. 90), James (Sanches, m. 86), Coman (Ribery, m. 80); Lewandowski. Técnico: Niko Kovac.