UN GRAN MEDIOCENTRO

De Jong aprende una lección para los clásicos

El centrocampista del Ajax, y futuro sustituto de Busquets en el Barça, conoció en toda su extensión lo que significa jugar ante el Madrid

De Jong y De Ligt en pugna con Sergio Ramos durante el partido.

De Jong y De Ligt en pugna con Sergio Ramos durante el partido. / periodico

Joan Domènech

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Era el partido más relevante que iba a disputar de los 71 que ha sumado desde su debut profesional (2 con el Willem II y los 69 siguientes con el Ajax). Cuando menos, el más seguido. Sus simpatizantes particulares se han multiplicado por millones en la audiencia culé después de su anunciado y largo fichaje (y caro, que son 75 millones más 11 en variables).

La cita con el Madrid fue el examen de ingreso en la casa barcelonista, porque la regla de medir se utiliza en los duelos de la máxima élite. Ante el eterno rival, la lupa gana aumentos. Un simbólico foco perseguía por el césped a Frenkie de Jong, que aprendió unas cuantas lecciones prácticas para cuando venga a Barcelona y deba prepararse para un clásico.

Vivió una aproximación que le resultará muy fructífera al chocar en el cuerpo a cuerpo (y brazos) de Casemiro, la vigilancia mutua que se dispensaron con Modric, la fragilidad de Vinicius y los aspavientos de Ramos allá al fondo. Experimentó hasta los efectos negativos del VAR, que tanto sonrió al Madrid. "Soy un defensor del VAR", dijo Sergio Ramos disfrutando del beneficio.

El relevo está aquí

Frente a equipos grandes, futbolistas grandes. Aunque la función de De Jong no luce. Igual que Sergio Busquets, su sosías del Barça. Ninguno de los dos aplica brillantina al juego del equipo, sino aceite. Por eso se ven menos. Por eso su labor es más útil. Más duradera. Más valiosa.

El 5 del Barça ya sabe que el club ha encargado un recambio para él, inaugurada la treintena, y que le tendrá a su lado. No tanto con la amenaza de acelerar la jubilación, sino de prepararla pacientemente. El mismo De Jong desveló que al principio jugaría de interior –el apercibimiento es para Rakitic y los demás centrocampistas- y que oficiaría de mediocentro cuando Busquets dejara la vacante.

De Jong y Busquets lubrican al equipo en un labor productiva, poco refulgente; tal vez por eso aquel no aparecerá en las listas de premios como le sucede a este. Una discreta y serena belleza preside sus acciones en el campo. Más perceptible en el caso del holandés, con una vocación más expansiva pero sin llegar a pisar el área. Ninguna de las dos, denunció el mapa de calor.

Algunas diferencias

Esa diferencia que les distingue está relacionada con las circunstancias en las que entraron en su equipo: Busquets irrumpió en un once repleto de estrellas consagradas y De Jong era uno de tantos jóvenes que ha adquirido ascendencia por el poder que desprende su posición y su función en el campo. No tanto como Matthijs de Ligt, otro futbolista (justificadamente) pretendido por el Barça, formidable defensa sin ningún miedo a ser el último hombre sin red, capitán de un Ajax a los 19 años.

Sintiéndose interpelado por los hinchas de dos equipos (los del Ajax y los del Barça), De Jong quiso multiplicarse. Bajó su porcentaje de aciertos en el pase (88%) al tomar riesgos, pero ya está preparado para las grandes citas.