EL TOQUE INGLÉS

Los gordos y el fútbol

Vamos a mojar mucho pan con lo que queda por delante. Liverpool y City son el plato principal. La guarnición el Chelsea, ManU y Arsenal

Peter Crouch en la imagen rematando de cabeza, vuelve a la Premier con 38 años en el Burnley

Peter Crouch en la imagen rematando de cabeza, vuelve a la Premier con 38 años en el Burnley / periodico

Josep Martí Blanch

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Hay que desconfiar culinariamente de un pueblo que tiene como plato estrella esta cosa llamada chikken tikka masala. Puede que el pollo con salsa de curry merezca algún elogio, pero entronizarlo como santo y seña de la Inglaterra del estómago resulta difícil de entender.

Tampoco se comprende del todo que en una isla, mar por todas partes, todo empiece y acabe con el grasiento y aburrido salmón escocés. Puede que esta gente merezca, por dejadez, el título que ostenta: la nación con más gordos de Europa. Anda el ministerio de sanidad queriendo prohibir las platos de más de mil calorías en los restaurantes para que la báscula de pesar ingleses se muestre más relajada. Todos los gobiernos, incluidos los de los pueblos celosos de su libertad, sueñan con entrar en las cocinas para más tarde llegar también a los dormitorios. Tengo ya preparada una pancarta: “Los michelines serán siempre nuestros”.

La gran batalla, lista

Pero Inglaterra es también tierra de flacuchos ilustres, no vayan a creer ahora que todo el mundo está rollizo. Y hay que reconocer la durabilidad de los cuerpos livianos como el de Peter Crouch, el nuevo delantero del Burnley que, con 38 años, vuelve a la Premier para demostrar que sí, que a la vejez, viruelas. Crouch, en su día estrella de la selección británica, es un correcaminos que ha vestido la camiseta del Queens Park, Portsmouth, Aston Vila, Southampton, Liverpool y Tottenham y Stoke City. Uno lo ve y resulta imposible imaginar que haya músculo donde sólo parece que haya sitio para piel y huesos. Llega como refuerzo de invierno para ayudar a que el equipo que entrena Sean Dyche no pase apuros para mantener su plaza en la Premier. Un rematador que juega en la élite a esta edad merece respeto. Como en su día Mark Hughes, ex delantero del Barça y ahora entrenador del Southampton, que también pisó las áreas rivales hasta los cuarenta.

Apurados los entrantes, la Premier anda por el segundo plato que anticipa el postre. La gran batalla entre el Liverpool y el City ilumina toda la trama. El tema de la semana son los supuestos nervios del equipo de Jurgen Kloop tras dos empates seguidos, lo que ha permitido a los de Guardiola darles caza (con un partido de más) en el liderato. Es lo que nos vamos a comer durante lo que queda de temporada salvo que uno de los dos se derrumbe, cosa que en principio no parece probable. Por cierto, Kloop ha dicho esta semana a sus aficionados que se abrochen los cinturones. Quizás Guardiola pueda cobrarle royalties por una frase que a los culés seguro que les resulta familiar.

La guarnición de este plato principal son el Chelsea, el ManU y el Arsenal, a la greña por la cuarta plaza que permite estampar el visado en el pasaporte para la Champions. En esta pelea, vienen fuertes los diablos rojos desde que se quitaron de encima a Mourinho. Nueve victorias y un empate en diez partidos han convertido al caraniño Solskjær en un objeto de interés para los psicólogos y palabreros del fútbol, que tienen su momento dando entrevistas para explicar cómo ha conseguido el noruego desbloquear la mente y liberar las piernas de sus jugadores.

Vamos a mojar mucho pan con todo lo que nos queda por delante. Luego el Gobierno de Su Majestad se quejará de lo gordos que estamos y algún ministro sugerirá que se prohíba el fútbol. ¿Se imaginan? Tal como está la política en todas partes no es mucho imaginar.