Un estelar Benzema resuelve para el Madrid

Con Benzema en estado de gracia, el Madrid no necesitó mucho más que asistir, en el sentido más austero de la palabra, al francés para que brillara en todo su esplendor en Montilivi (1-3) y decidiera una eliminatoria a la que el Girona le puso poco más que empeño pero que, pese al 7-3 global, compitió en bastantes momentos.

Solari no se guradó casi nada. Alineó a Ramos tocado y, pese a que ha recuperado a muchos lesionados, apostó por el continuismo en ataque, con ese tridente en el que Benzema sigue destacando de forma superlativa.

El único titular de los recién recuperados fue Llorente, al que parece no haberle afectado en nada la baja. El mediocentro, con su intensidad, le dio una velocidad más a su equipo en la presión.  

El Girona, que solo se guardó a Porro en la ida, dejó fuera casi todos los titulares en la vuelta, salvo el lateral, Stuani, Granell y el sancionado Bernardo. Con todo, los de Eusebio consiguieron un inicio apabullante, con un palo y unos minutos inquietantes.

Combinar con verticalidad

El Madrid se rehizo en el partido, ganó presencia con el balón y empezó a pisar área rival, aunque eso no fue óbice para que el Girona siguiera combinando con sentido y verticalidad para seguir siendo una amenaza cada vez que salía con éxito de la presión del Madrid.

Como de costumbre, las ideas y las combinaciones productivas las ideaba y las ejecutaba Benzema. El francés fue tirando paredes desde la banda derecha con cada compañero que encontraba, hasta que llegó a la frontal del área gerundense y, ante la pasividad de los centrales locales, hizo el primer gol del Madrid para frenar la ilusión del Girona.

No lo consiguió del todo, el cuadro de Eusebio se desmelenó y, con poco más que balones largos y empuje, disfrutó de sus mejores minutos en el partido. Pero Benzema estaba inconmensurable.

Gol de la cantera

Al filo del descanso, el francés recogió un balón muerto en el lateral del área, procedente de un Vinicius que cada vez toma decisiones menos ambiciosas y más acertadas, y lo colocó con sutileza al lado del palo de Iraizoz. Su golpeo elegante, estético e imparable fue el reflejo de su partido y de lo que está siendo su juego en los últimos partidos para el Madrid.

Volvió a jugar Asensio, un mes y medio después de lesionarse, lo hizo como delantero centro y forzó la mejor ocasión del segundo tiempo. El rechace de su disparo lo estrelló en el palo Lucas Vázquez, solo en el área pequeña, simbolizando la imprecisión de su partido.

Entre la desidia del Madrid, el Girona encontró su gol en la cantera. Entre Pedro Porro y Álex Pachón trenzaron un contragolpe vertical y exacto que el habitual lateral, incommensurable en el interior, culminó con un túnel a Navas.

La séxta victoria en los últimos siete partidos del Madrid la redondeó Llorente, como su partido, con un gran disparo desde fuera para hacer el tercer gol.