El Madrid se refrenda a costa del Girona (4-2)

El Girona lo intentó con pundonor y buenas intenciones en el Bernabéu, pero el Madrid de Santiago Solari está de dulce. El equipo encadena otro buen partido ante un rival de nivel, pese a que la eliminatoria estuvo en el aire hasta el final.

Entre el silencio sepulcral del Bernabéu, otra vez con una entrada bajo mínimos, la disposición táctica del Girona ahogó el inicio de partido del Madrid. El equipo de Eusebio se defendía sin muchos problemas y, en cada salida desde atrás, encontraba espacio para correr a la espalda de la defensa rival.

Premio muy pronto

Rápido le llegó el premio al Girona, con un gol a los 6 minutos, fruto de una jugada vertical y precisa. Odriozola salió a buscar a un gran Borja García, que descargó para habilitar un pase a la carrera de Muniesa. Entre Ramos y Marcelo, el segundo palo blanco quedó desierto, libre para que el Choco Lozano fusilara a quemarropa a Navas y pusiera el 0-1 en el marcador.

El dominio territorial del Madrid se acentuó, pero sus jugadas eran poco más que una conjunción de buenas intenciones ante la arropada defensa del Girona.

Tuvo que aparecer Benzema, en un momento de presión alta del Girona, para desbaratar todo el sistema con un pase profundo y con intención en busca del velocista Odriozola, cada vez más asentado como una alternativa válida a Carvajal, que puso el balón atrás ara que Lucas consiguiera el gol.

Vinicius, el más activo

El partido fue una pelea en el que Madrid llegaba cada vez con más frecuencia y precisión a la barbilla del Girona, que se tambaleó por momentos. Vinicius volvió a ser el más activo de su equipo, desbordante pero poco resolutivo. Odriozola fue más productivo, destinatario de la mayoría de pases de, sobre todo, Benzema, ideólogo y ejecutor de las acciones más desequilibrantes de su equipo.

El Girona fue perdiendo frescura y, cada vez más, le costaba trenzar jugadas de peligro.

Entre la bronca contra el árbitro, a cuenta de un penalti reclamado sobre Modric, y en otra de las muchas llegadas de Vinicius desde la banda, Lozano, que no acertó mucho en ataque además del gol, erró de pleno en defensa. Barrió la pierna del brasileño, Undiano señaló el punto de penalti y Ramos volvió a ejecutar al estilo Panenka para adelantar a su equipo antes del descanso, entre la deriva del Girona, que pudo recibir más antes del 45.

Tras el descanso, el Girona dio un paso adelante en su disposición y ganó algo de protagonismo, pero el peligro lo seguía encontrando mayoritariamente el Madrid.

Reaparecieron los lesionados Llorente y Kroos, con Vinicius pasando cada vez más desapercibido y Benzema aglutinando en torno a sus pases todo el caudal ofensivo blanco. Mientras, el Girona se deshacía como un azucarillo en café caliente, cada vez más embotellado y con menos presencia en parcelas ofensivas.

Otro penalti

En una de esas estiradas del Girona, en un saque de esquina, Nacho empujó a su compañero Llorente que, sin rivales cerca, sacó el brazo e interceptó el balón. Granell convirtió con maestría el penalti en el gol del empate del Girona, más buscado que merecido.

El Madrid se quedó patidifuso, con un 2-2 difícil de asumir. Se volcó con todo y, ante la necesidad, volvió a encontrar rápido el camino a la portería visitante. Con todo al ataque, la enésima jugada de Vinicius que terminó en nada, Marcelo la convirtió en un centro preciso a la cabeza de Ramos, que hizo el 3-2.

Con el Girona pensando ya en sus opciones para el partido de vuelta, que no eran pocas, Vinicius encontró el espacio y la clarividencia que le habían faltado para asistir a un Benzema que redondeó un suntuoso partido con un gol y sentenció buena parte de la eliminatoria para su equipo.