OCTAVOS DE LA COPA

Boateng y Mayoral, la extraña pareja que amenaza al Barça

El africano salió de un equipo religioso de los suburbios de la capital de Ghana y el madrileño se ha criado en la cantera del Madrid

El defensa azulgrana Murillo persigue al delantero Boateng, en la ida de Copa.

El defensa azulgrana Murillo persigue al delantero Boateng, en la ida de Copa. / periodico

Nacho Herrero

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Pese al 2-1 de la ida, el guión del Levante para dar la campanada, eliminar al Barça y pasar a cuartos incluye marcar al menos un gol y para lograrlo el siempre ofensivo Paco López se encomendará a la extraña pareja que forman los puntas Emmanuel Boateng y Borja Mayoral.

Ambos fabricaron ya hace una semana el segundo tanto granota, con un inspirado pase del ghanés y un buen remate del madrileño, y tuvieron opciones de hacer otros que complicaran aún más la remontada de su rival.

También el africano sabe ya lo que es marcarle al conjunto catalán, pues suyo fue el ‘hat trick’ que impulsó el 5-4 con el que el Levante ‘amargó’ en la penúltima jornada de la pasada campaña el título liguero de los de Ernesto Valverde al acabar con una histórica condición de invicto.

Perfiles opuestos

El menudo punta africano es alegre y algo anárquico. Le encanta vestir extravagante, oír música y bailar, de hecho suele celebra sus goles marcándose algunos pasos. Diez centímetros más alto, el delantero madrileño es tranquilo y meticuloso y cuida al milímetro su preparación física.

Mayoral lleva con naturalidad la diabetes que le diagnosticaron con cuatro años pero eso no le evita tener que controlarse el azúcar antes de cada entrenamiento y de cada partido. Sus 'bolis' y sus parches van siempre con él.

Además de demarcación, ambos comparten juventud, ser internacionales habituales con las inferiores de sus países (Boateng iincluso ha debutado con la absoluta) y haber llegado al Levante con el ‘cartel’ de titulares y no haber conseguido hacerse sitio en el ‘once’ liguero. Roger y Morales les han cerrado el paso y la Copa es su escaparate.

Cuando el Levante fichó a Boateng del Moreirense portugués en el verano de 2017, pagó 2’5 millones y se convirtió en la segunda incorporación más cara del club hasta ese momento pero sus lagunas tácticas le han impedido tener continuidad en la alineación.

Este verano, la entidad tuvo que pelearse con muchos otros equipos para que el Real Madrid le cediera a una de las ‘perlas’ a la que no podía asegurar minutos. Pese a su ‘caché’, tampoco Mayoral ha entrado al once aunque en el club están absolutamente encantados con él.

Humildes pero distintos

Aunque humildes ambos, sus orígenes son bien distintos. Boateng, que cumplirá en mayo 23 años, nació en Bubiashie, los suburbios de Accra, la capital de Ghana. Allí nació en 1992 el ‘Charity Stars’, un equipo impulsado en los años 90 por un religioso de una orden inglesa para alejar a los niños de la calle y que ‘enganchó’ a un adolescente Boateng para jugar de central. Cuatro años después, en 2014, ya adelanta su posición, le llegó la oportunidad de dar el salto al Rio Ave portugués.

Los orígenes humildes de Mayoral, a punto de los 22, son bien diferentes. Su familia es de Parla y su padre regenta una carnicería pero a los diez años ya lo fichó el Real Madrid y sus goles le pusieron entre los elegidos de la selecta cantera blanca. Su estable trayectoria apenas recoge una salida cedido al Wolfsburgo antes de recalar en el Levante. Ahora ambos, el día y la noche, amenazan al Barça