EL TOQUE INGLÉS

Marcelo Bielsa, espía con barriga y sin gabardina

La federación inglesa estudia sancionar al técnico argentino que dirige al Leeds United por espiar el entrenamiento de sus rivales

Marcelo Bielsa, en una imagen reciente de archivo

Marcelo Bielsa, en una imagen reciente de archivo / periodico

Josep Martí Blanch

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Aprobé latín en segundo de bachillerato en el pleistoceno de la Universidad Laboral Francisco Franco de Tarragona gracias al fútbol. Ninguno de los internos nos manejábamos bien con las declinaciones. Pero tuvimos la fortuna de tropezar con un profesor de pasiones binariascaliqueños Barça. Con dinero en el bolsillo hubiésemos probado con unos habanos, pero estábamos más pelados que las ratas y apuntamos directamente a su obsesión culé. En el examen dejamos todas las preguntas en blanco y garabateamos el himno del Barça en latín. Sacamos el curso adelante sin merecerlo, como los políticos madrileños sus másteres.

Puede que sea para purgar la culpa de ese inmerecido notable que asisto de vez en cuando a la misa tridentina del Brompton Oratory, en el pijísimo barrio de Knightsbridge en el que pazco. La ceremonia es en latín y no me entero de nada. Pero hay buen ambiente y además el incienso es de calidad y huele perfectísimamente. El lugar tiene también el encanto que proporciona la historia. Durante la guerra fría fue usado como lugar de intercambio de mensajes por los espías rusos. Al calorcillo del sermón alguien con gabardina dejaba el mensaje escondido, otro lo recogía después y lo trasmitía a Moscú. Amén.

Ahora los espías son más chabacanos, visten chándal y lucen barriga de capataz de obra de suburbio como Marcelo Bielsa, el entrenador argentino que en su día lo fue de su selección y también del Espanyol y que ahora dirige al Leeds United, el líder de la Championship, la Segunda División inglesa. Para preparar el partido contra el Derby County, entrenado por Frank LampardBielsa envió un espía al entrenamiento del rival. Lo descubrieron, llamaron a la policía y se ha armado la marimorena.

La defensa del lobby argentino

Mientras la federación estudia el caso, el lobby argentino de Inglaterra ha salido a defender las triquiñuelas de Bielsa quitándole importancia al asunto. En Argentina es normal y no hay para tanto, han dicho con diferentes palabras el mismo Bielsa o el entrenador del TottenhamMauricio Pochettino. Pero claro, la labia de los argentinos a la que estamos acostumbrados no alcanza en inglés y los dulzones discursos de palabras incontables se desvanecen sin lograr confundir a nadie. Todos parecemos más tontos de lo que somos cuando hablamos en otra lengua o, como en el caso de Bielsa, cuando sus discursos llegan a la audiencia a través de un traductor.

Total, que Frank Lampard ha contestado que naranjas de la China. Que a él no le vengan con que los entrenadores argentinos utilizan las triquiñuelas de los espías en campo contrario como quien va al supermercado a por pan. No le valen las excusas y exige claramente un castigo porque se ha violado el “fair play”.  Veremos qué acaba decidiendo la Federación. En favor de Bielsa apuntemos que, con gabardina o sin ella, está haciendo lo que vino a hacer y su equipo estará el año que viene en la Premier League con total seguridad.

El adiós de Murray

Con todo, el show del espionaje del balón ha quedado pequeño en comparación con la atención que esta semana ha merecido la pelotita más pequeña del tenis a cuenta de los lagrimones derramados por Andy Murray anunciando su inminente retirada. El futbol es el rey, pero la patria es Dios en estos lares y Murray uno de sus embajadores deportivos más queridos.

El escocés, que ganó su primer Wimbledon en 2013 (tres monarcas, 15 primeros ministros y 77 años después del mítico Fred Perry, último británico en hacerlo) dice adiós a la raqueta por los fuertes dolores de cadera que le impiden rendir al máximo. Por decir algo en latín, Sic transit gloria mundo.