Insatisfactorio empate entre Sevilla y Atlético (1-1)

Atlético y Sevilla llegaban a uno de esos días para marcar territorio, para consolidar su puesto de gran aspirante y para afianzar su apuesta, pero el empate se antoja escaso para las aspiraciones de ambos, un poco más lejos del sueño del título liguero.

Empezó siendo un partido de tanteo, sin ambición desbocada, con precauciones. Era el partido que quería Simeone, que sigue apostando de forma invariable por adormecer los partidos en la primera parte y arriesgar, según su forma de concebir el fútbol, en la segunda para buscar el partido. Pero el Sevilla no fue un convidado de piedra y retorció el plan del rival hasta casi deshacerlo.

Exigua apuesta ofensiva del Atlético

Por la derecha atlética jugó Thomas y aportó más solidez defensiva que profundidad en ataque, lo que quería el entrenador, anular el dinamismo del partido. Paralelamente, la ausente omnipresencia de Lemar por la otra banda redujo a la mínima expresión el ataque rojiblanco.

El Sevilla no renunció, pese a la baja de Vázquez, a la claridad que aporta Banega desde el nacimiento de la jugada. A partir de ahí, fue creciendo a fuerza de insistencia, de la mano de la velocidad de Navas, que puso en evidencia a Lemar y Saúl.

Pese a todo, y como casi siempre, el austero plan del Atlético estaba saliendo bien. Se avecinaba otra primera parte sin que Oblak sumara intervenciones de mérito, pero el Sevilla destapó la bañera de las ocasiones y llegaron en cascada.

El vendaval del Sevilla

La primera, un violento disparo de André Silva al palo, solo fue el preludio del gol. El enésimo centro de Navas desde la línea de fondo le cayó a Ben Yedder en el área pequeña y, a la media vuelta, puso justicia en el marcador con el primer tanto. Antes del ocaso de la locura sevillista, solo la habitual aparición de Oblak evitó la descomposición completa del atlético.

Entonces emergió Griezmann, que había estado como una isla en el frente ofensivo, para salvar los muebles. El francés colocó en la red un regalo de Carriço en forma de falta, con suavidad, desde la media de luna del área, con Vaclik incapaz de llegar a un balón que solo vio cuando era demasiado tarde.

Tablas en la disputa final

El Atlético salió con otra disposición a la segunda parte, intenso y profundo, con acumulación de jugadores en ataque. Simeone puso a Koke en una banda para frenar la sangría de Navas, en la medida que pudo, adelantó la línea de presión y Saúl empezó a tener presencia en campo contrario.

El Sevilla no abandonó la ambición y, por momentos, convirtió el partido en un intercambio de golpes, dominó por fases, cada vez más largas y frecuentes, y disfrutó de las mejores situaciones, muchas y claras, para volver a ponerse por delante. La del Atlético la tuvo Griezmann más allá del minuto 80, tan clara como la mejor del Sevilla, pero falló en el mano a mano ante Vaclik. Entre ocasiones y broncas, todo terminó en un empate insuficiente.