Rubi: "No nos estamos jugando el descenso ni nada de eso"

Este viernes toca vencer al Leganés en Cornellà. No hay más. El Espanyol suma seis derrotas consecutivas en la Liga, algo que no ocurría desde hace 15 años, con Javier Clemente en el banquillo (2003-04). El mismo escenario se produjo en otras tres ocasiones (1992-93, 1990-91 y 1945-46). El club perico jamás ha encadenado desde su fundación una racha de siete caídas seguidas. Ahora podría ser la primera vez, pero nadie espera eso. No vale pensar ni siquiera en un empate. O gana el Espanyol o empezarán los nervios de verdad.

"No nos estamos jugando el descenso ni nada de eso. Si ganamos adelantaremos a muchos rivales. Veo al equipo con ganas de revertir la situación, pero con ese punto de tranquilidad e impaciencia por sacar el partido adelante", aseguró Rubi, que prefiere restar dramatismo al choque. "Para nosotros es especial porque queremos empezar el año con una victoria. Estadísticamente nos hace mucho daño el dato de llevar mucho tiempo sin sumar. La propuesta será la de siempre, la de ser un equipo que intenta jugar y se deja el alma como en cada duelo". 

Mal horario

El 1-0 logrado ante el Athletic hace dos meses fue la última alegría que se llevaron los pericos. La herida se abrió con el Sevilla (2-1) y continuó con el Girona (1-3), Getafe (3-0), Barça (0-4), Betis (1-3) y Atlético (1-0). Seis derrotas, seis. Y tres de ellas en casa, donde llega el momento de enderezar el rumbo.

Ni el día, un viernes, ni el horario (21.00 horas), ni el rival (el Leganés) son los ideales para que el RCDE Stadium registre una buena entrada en el cierre de la época navideña con el personal más pendiente de comprar los regalos que del fútbol. No serán fáciles los accesos tampoco, pero en el ADN perico existe ese sentimiento rebelde que obliga a superar cualquier obstáculo.

Elogios a la afición

Rubi espera el máximo apoyo de su gente, pero no valdrá ninguna excusa. El objetivo es evidente: recuperar las buenas sensaciones del comienzo de campeonato, con victorias convincentes en casa ante rivales como el Valencia y el Villarreal. Ganar y divertir a la gente, pero por encima de todo vencer, al menos en este duelo decisivo.

"Yo estoy súper bien. Desde que decido ser entrenador sé que hay momentos buenos y malos. Me habéis visto tranquilo en las victorias, sin egocentrismos, y ahora tres cuartos de lo mismo. Esto quedará en una anécdota a final de temporada", valoró el técnico catalán, satisfecho con el trato de los pericos. "Me siento muy reconfortado con la afición. Es normal que estén preocupados, te dicen que tenemos que volver a ganar, pero reconocen que jugamos muy bien". 

Hermoso y Granero, bajas

Granero, por acumulación de tarjetas, y Hermoso, en la recta final de su lesión de tobillo, son las bajas más destacadas de un bloque con ganas de exhibir su potencial. Melendo y Víctor Sánchez aspiran a cubrir el puesto del exmadridista en la medular, mientras que Naldo y Óscar Duarte pugnan por acompañar a David López en el eje de la zaga. Marc Roca, suplente en el Wanda, debería recuperar la titularidad por delante de la defensa. La lista de convocados no se sabrá hasta este viernes.

El técnico, finalmente, destacó la "implicación con el escudo y la entidad" de sus jugadores, a los que considera preparados para vencer a un rival que suma nueve partidos sin perder entre Liga y Copa. Un fiasco le dejaría tocado, pero no piensa en eso. "Cuando muchas preguntas van dirigidas a mí es porque puede haber alguna situación que se planteen. Desde el nerviosismo no lograré nada, no estoy preocupado", concluyó Rubi.