El Madrid se lleva un mediocre Mundial de Clubs (4-1)

El Madrid hizo honor al nivel del Mundial de Clubs y se alzó con el título después de ganar un partido mediocre, en todos los sentidos, en el que los jugadores de Solari pasearon sin oposición sobre el césped, pero no sentenciaron hasta la recta final, con dos goles de disparo lejano y uno de cabeza. Bale y Benzema, además de Lucas Vázquez, evidenciaron falta de concreción en los metros finales y Llorente se reivindica como única buena noticia que viene del golfo Pérsico.

El Al Ain, campeón de Emiratos Árabes Unidos, inesperado contendiente en el partido por el título mundial de clubes, salió con el entusiasmo de un grupo de jóvenes solteros en el típico partido de las fiestas del pueblo, pero su nivel no estuvo mucho más allá del de un torneo de barrio. Tuvieron la ocasión más clara con 0-0, pero no entró y todo fue ir a peor a partir de ahí.  

Infinidad de ocasiones

El Madrid disfrutó de infinidad de ocasiones que fue fallando una tras otra, con Bale, nombrado Balón de Oro del torneo, como cabeza visible de una frustración que agotó a los delanteros del Madrid. Tuvo que llegar el centro del campo al rescato, un Modric que, con Kroos y Llorente, reconocido como mejor jugador del partido, disfrutaron de una oposición liviana e inocente que les permitió moverse con libertad para pensar, tocar, recibir, girarse y disparar.

El croata consiguió el primer gol antes del cuarto de hora, con un buen tiro desde fuera del área, sin muchas apreturas; pero lo que debía haber sido una goleada, ya al descanso, se mantuvo con el inquietante 1-0 hasta que Llorente, ya en el minuto 60, conectó otro lanzamiento lejano para batir a un inspirado Eissa.

Ritmo de pretemporada

El ritmo del partido no fue muy diferente al de un torneo de pretemporada, con los jugadores caminando sin oposición hasta tres cuartos de campo. Los atacantes del Madrid disfrutaron de espacios entre líneas y a la carrera, pudieron encarar a su par sin que llegaran ayudas, incluso pudieron jugar sin ningún rigor táctico y esperar las continuas llegadas de sus compañeros, pero de ninguna manera consiguió cerrar el partido como exigían sus ocasiones.

Ya en la recta final, a balón parado apareció Sergio Ramos para sentenciar, antes de que Solari se decidiera a cambiar alguna pieza de ataque, el elegido fue Vinicius y el que se quedó sin jugar fue Isco, receptor de una de las dedicatorias de Ramos en su gol.

Los goles al final

En otra jugada igual de aislada, el Al Ain, satisfecho, encontró el premio extra del gol. El buen lateral Tsukasa Shiotani remató de cabeza lejos del alcance de Courtois, que con 2-0 había salvado la otra gran ocasión de los emiratíes, un mano a mano de Caio.

Con el partido resuelto, Vinicius aportó su habitual hiperactividad al juego, corriendo y driblando con el criterio justo. Casi repitió la jugada con la que se anotó el tanto frente al Valladolid, con un centro intencionado que terminó en gol, previo rebote en un rival, y repitió la celebración de aquel día, con aspavientos dignos de un gol antológico.

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