SOLARI, BAJO SOSPECHA
El Bernabéu se aburre... y se vacía
El Madrid vive en el alambre provocando las quejas del público, que se cansa con el pobre juego que ve
Empezó el Madrid celebrando el Balón de Oro de Modric y acabó aburriéndose de tal manera que se marchó antes de tiempo del Bernabéu, camino como va ahora del Mundial de clubs donde el miércoles le espera el Kashima Antlers japonés. Hubo miles de aficionados, la entrada fue de 55.229 espectadores, que aún aguantaron hasta el final para ver como Courtouis, con una doble milagrosa intervención, salvaba el triunfo ante el Rayo, desprovisto de Raúl de Tomas, su Benzema, por la cláusula del miedo.
Con el ‘caso Isco’, eso sí, cada vez más envenenado. Ni fue utilizado por Solari. No solo eso. Ni salió a calentar, prueba de que es el último de la fila para el técnico argentino, quien prefirió poner antes a Ceballos, Vinicius y Fede Valverde que al malagueño.
El 'caso Isco' está cada vez más envenenado. Ni juega de titular, ni sale luego. Ante el Rayo, ni calentó
En una semana, el Madrid ha jugado tres partidos: dos de Liga, dos triunfos (0-1 ante el Huesca, el colista de la Liga, y 1-0 con el Rayo, el penúltimo) y uno de Champions donde encajó ante el CSKA de Moscú la mayor goleada europea en su casa (0-3).
El madridismo se va desencantando poco a poco de su equipo al extremo de que la media de asistencia al Bernabéu ha descendido en 5.500 espectadores. Eso en la Liga. En la Champions esa abstinencia del socio blanco es aún mucho más grande porque son 11.000 espectadores menos de media por partido.
"Me voy satisfecho, hemos jugador una muy buena primera parte" (Solari)
Esas son las consecuencias del Madrid post Cristiano. En el campo, las secuelas se visualizan de forma clara esta semana con dos goles (uno de Bale y otro de Benzema) en los últimos 180 minutos de Liga. Solari, sin embargo, no se da por enterado. "Me voy muy satisfecho, hemos jugado una muy buena primera parte", dijo el técnico argentino, quien no quiso abordar la evidente caída de rendimiento de su equipo en las segundas partes. "Los rivales también juegan y el Rayo juega muy bien", añadió sin reparar en que el conjunto rayista estaba desprovisto de Raúl de Tomas por una cláusula contractual.
Pitos del público
Ni se dio por enterado tampoco de los pitos del Bernabéu, algo que se ha convertido en una tradición por el mísero juego que ofrece el equipo de Solari. "Me encantó el apoyo de la afición durante todo el partido, así es como nos gusta", afirmó el técnico argentino, quien se escapó de la pregunta sobre las claves de la baja asistencia al estadio blanco. "No tengo esas estadísticas, lo siento". ¿Y de Isco? Nada nuevo. "Mi interés es que todos los futbolistas estén bien". Pero Isco cada vez tiene más claro que es un jugador absolutamente marginal para Solari.
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