El tiempo se acaba para el Reus Deportiu

Los jugadores leen un manifiesto contra la propiedad pero Bartolo, el entrenador, se muestra optimista

Los jugadores del Reus Deportiu, al leer el manifiesto contra la propiedad, el pasado viernes.

Los jugadores del Reus Deportiu, al leer el manifiesto contra la propiedad, el pasado viernes. / periodico

Joan Vidal

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Esperpéntica matinal en las instalaciones del Reus Deportiu. Puesta en escena de la plantilla al completo del equipo del Baix Camp una vez se ha terminado la rueda de prensa del técnico, Xavi Bartolo, en previa del partido ante el Córdoba de este sábado a las 18.00 horas. Disparidad de sensaciones entre ‘staff’ y plantilla, que ha dejado una sensación extraña a todos los medios de comunicación congregados.

Mientras Bartolo anunciaba, sorprendentemente, su optimismo ante la situación precaria del club, los integrantes de la plantilla denunciaban la mala gestión de su máximo accionista, Joan Oliver, y confirmaban ante la prensa la petición que habían realizado de no disputar la contienda ante el equipo andaluz. El manifiesto, leído por el capitán Jesús Olmo, redundaba en informaciones ya conocidas de antemano y básicamente narraba el relato cronológico de lo sucedido durante estos cuatro meses. Sin posibilidad, ni aceptación de preguntas, el equipo se marchaba una vez concluida la lectura. Poco interés más allá de escuchar en voz de los protagonistas todo lo publicado.

Por su parte, el preparador exponía minutos antes que "hace dos días pensaba que esto se acababa, pero hoy he visto otras caras". Bartolo se cruzaba por los pasillos del Municipal, minutos antes de su comparecencia, con Xavi Llastarri, presidente de la entidad, y de su conversación salía un técnico convencido y motivado para seguir adelante.

El desenlace llegará a su fin el próximo lunes a las 23.59 horas. Si antes de esa hora no hay un pago por parte de Joan Oliver a la plantilla, correspondiente a los tres meses de deuda, los jugadores del Reus Deportiu abandonarán la disciplina reusense en busca de mejor suerte en nuevos equipos. No hay tiempo para prórrogas ni nuevos capítulos. Las cartas están encima de la mesa y la solución tan solo pasa por hacer efectivo el abono de las nóminas, como se ha prometido en tantas ocasiones. La plantilla no cree en un golpe de teatro de última hora y las ganas de terminar con el serial son tantas que esperan que llegue el martes para reanudar sus carreras profesionales de forma digna.

Larga agonía

La agonía ha sido excepcional durante cuatro largos meses. La fatalidad empezó con la noticia de que no se podían inscribir jugadores por el límite salarial dos días antes de iniciar la competición. Continuó con una junta general de accionistas, el 29 de octubre, en la que se destapó la deuda de 5 millones de euros y se completó con la denuncia de Tito Ortiz, jugador que no tiene ficha a estas alturas. El impago de las tres nóminas es el atajo del equipo para poder abandonar la disciplina y dejar atrás un momento surrealista en sus carreras.

Este sábado, el Municipal abrirá las puertas, quién sabe si por última vez, para presenciar un partido de la categoría de plata del fútbol español. Antes, a las 16.30 h., la afición se ha citado en las inmediaciones de la calle Recasens y Mercader para protestar y denunciar la posible desaparición de un club con 109 años de historia. Sólo unos pocos tienen esperanza; la plantilla ha bajado los brazos definitivamente.