Adiós agridulce del Valencia con triunfo ante el United de Mourinho

El Valencia se despidió de la Champions y lo hizo de la mejor manera posible. Pero ni su triunfo ante el United de Mourinho, ni los 2,7 millones que entrarán en sus peladas arcas, ni haberse asegurado ser cabeza de serie en el sorteo de dieciseisavos de la Europa League pueden esconder ahora la decepción por su temprana eliminación. Solo pasar rondas en la antigua UEFA puede cambiarlo y para eso hay que esperar a febrero.

La vulgaridad del Manchester, aún teniendo en cuenta que jugó en Mestalla con su ‘cara b’, no ayuda a evitar la tramposa tentación de pensar que con un triunfo en la cancha del débil Young Boys en vez del rácano empate que logró, ahora el equipo de Marcelino García Toral estaría en la siguiente fase.

Mourinho, relajado

Conforme a la nula trascendencia del choque, ambos equipos salieron plagados de suplentes pero los locales, necesitados de confianza, lo hicieron con más ambición. A Mourinho no se le vio fuera de su banquillo, en todo el partido. Todo claro.

Con Santi Mina agitando con brío la coctelera ofensiva, el Valencia logró jugar en el campo inglés. Un buen pase de Piccini al gallego le dejó vía libre para poner un centro que acabó en las botas de Carlos Soler, que con un disparo seco y colocado abrió el marcador. Mina propició varias ocasiones para los suyos antes del descanso pero a Batshuayi le faltó puntería.

Nada más comenzar la segunda parte el choque quedó visto para sentencia. Un buen balón al hueco de Soler con destino al delantero belga fue certeramente rematado por Jones dentro de su portería.

El tanto espoleó a un Valencia que buscó el tercero hasta el final pero con el paso de los minutos fue decayendo y Pogba logró estirar al United para maquillar su imagen, a lo que contribuyó el tanto final de Rasfhord. Tan necesitado anda el Valencia de buenas noticias que jugadores y público acabaron celebrando la victoria.