Fornals, el mediocentro del momento

El joven jugador del Villarreal (22) impresiona por sus cualidades y es seguido por varios equipos de primer nivel, entre ellos el Barça

Fornals (izquierda) recorta a un rival.

Fornals (izquierda) recorta a un rival. / periodico

Irati Vidal

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Mediocentro, de toque y con llegada. Pablo Fornals (Castelló de la Plana, 1996) bien podría haberse criado en la Masia, pero no lo hizo. Creció en las categorías base del Villarreal y del CD Castellón hasta que en la etapa juvenil decidió dar un paso al frente y fichar por el Málaga. Y acertó, porque en tierras andaluzas tardó apenas tres años en dar el salto al primer equipo y poder regresar a la que hoy es su casa, el Villarreal.

Con tan solo 22 años, el centrocampista castellonense ha enamorado a los nostálgicos del fútbol de toque. Pues de sus botas se desprende la misma magia que IniestaXavi y compañía practicaron hasta la extenuación. La misma magia que enamoró al barcelonismo y llevó a la selección a la cima mundial. Podríamos decir que es como esos 'locos bajitos' pero sin serlo, pues con su 1,78 centímetros Fornals tiene algo más que toque. Tiene visión, llegada y olfato goleador.

En varias posiciones

Su calidad le permite cumplir en cualquier  punto de la medular. Si bien su posición natural es la de mediocentro ofensivo, con recorrido y llegada hasta la boca de gol,  también se le puede ver algo más retrasado o, incluso, de interior derecho. Porque el de Castellón se creó en el centro pero siempre tuvo alma de goleador y no perdió de vista las mallas de la portería rival. Y eso le ha abierto todavía más puertas. Como la de actuar de mediapunta por el centro, justo detrás del '9' de su equipo y algo más adelantado que el resto de centrocampistas. Algo así como una posición Messi.

Y aunque no desprende el mismo virtuosismo que el argentino, básicamente porque eso es territorio exclusivo del de Rosario, Fornals también sorprende por su gran capacidad de desborde, por la buena elección de pase y por una conducción a la altura de pocos futbolistas. Además, de vez en cuando enmudece a los estadios con gestos técnicos y goles de hemeroteca. Como cuando enamoró San Mamés con un tanto desde casi 45 metros.

Aquel gol se recuerda por espectacular, por la distancia que recorrió el esférico y por el escenario. Pero el instinto goleador de Fornals es algo más que eso. Es alta presión sin descanso y peligrosidad jugando entre líneas, acechando como el que más a los mediocentros y centrales que se encuentra por el camino.

En el punto de mira

No es de extrañar pues, que Fornals se haya convertido en el objetivo de varios equipos de renombre. Le quiere el Barça, le persigue el Paris Saint-GermainGuardiola ya le ha echado un ojo para su City Fulham West Ham le tienen en su carta para los Reyes Magos. Como también le tiene Luis Enrique, que lo incluyó en su última convocatoria y premió su alto nivel en la Liga vistiéndole con la Roja y situando su fútbol en el origen del toque.

Pero lo mejor de Pablo Fornals es que se le puede comparar con cualquiera. Tiene un toque que recuerda a Xavi, una llegada como la de Saúl y algún detalle técnico a la altura de Neymar. Pero sigue siendo él, un joven de 22 años que vive feliz vistiendo de 'groguet' y que no tiene prisa por escribir su propia historia.