LA HUELLA DE UN SUPERCAMPEÓN

La nueva vida de Usain Bolt

El jamaicano desvela sus actuales retos en el deporte, los negocios y, sobre todo, en la familia

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usain-bolt / AFP

Enric Gil

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A mediados de noviembre, los peatones que caminaban tranquilos cerca del Whitechapel de Londres pararon en seco. Varios conductores apagaron sus motores en medio de la carretera. Y las caras de las oficinas se acercaron a los cristales para unirse a los incrédulos que fijaban la mirada en Usain Bolt que, con su 1,95 y sus piernas largas y poderosas, inconfundible, saludaba a la gente y se reía.  

El plusmarquista mundial se dirigía al 94 de Middlesex Street, para inaugurar un restaurante de su cadena Tracks & Records, de cocina jamaicana, el primero que abre en el extranjero. Ya tiene tres en su país y ahora se ha decidido por la capital británica.

Desde que anunció su retirada del tartán a mediados del año pasado, Bolt se ha fijado nuevos retos y algunos los desveló en una entrevista exclusiva a Danny Scott en el 'The Sunday Times': “No podía quedándome mirando películas y bebiendo cerveza durante los siguientes cinco años. Por eso me pregunté qué podía hacer ahora”.

“Quiero ser padre”

El jamaicano ha probado el futbol y expande en Londres su negocio de hostelería, pero sobre todo, reconoce que quiere tener hijos. “Es la próxima etapa para mí”, cuenta al rotativo británico.

"Todavía soy un niño, así que creo que puedo ser un padre genial"

“Estoy bastante seguro de que habrá noticias de ello el próximo año, quiero ser padre y espero con ansias ese futuro. Todavía soy un niño, así que creo que puedo ser un padre genial”.

Su relación a largo plazo con la modelo jamaicana de 28 años y mujer de negocios Kasi Bennett a menudo se ha visto sometida a un escrutinio intenso. No han ayudado las demasiado repetidas fotografías de Bolt con chicas, especialmente en los últimos Juegos Olímpicos del Brasil hace dos años, una de las cuales en un dormitorio.

El papel como cocinero

Ahora dice querer sentar cabeza y también se ha implicado más a fondo con su negocio de restauración. Enamorado de la comida, reconoce su torpeza ante los fogones aunque se propone aprender a cocinar “antes de los 40”. Ciertamente no ha tenido mucho tiempo para hacerlo durante su etapa como atleta, pero tampoco en su infancia, creciendo en un hogar humilde del norte de Jamaica.

“Cuando era niño no teníamos agua corriente. En casa nunca dispusimos de mucho dinero y mi padre trabajaba todo el día. La situación era difícil y siempre teníamos problemas”, explica. El deporte lo salvó y su experiencia le ha llevado a implicarse con su Usain Bolt Foundation, que ayuda a adolescentes en su país.

Dicen que Bolt ganó su primera carrera a los 12 años y recibió una comida como premio. Años después, su impacto en el atletismo -y en el deporte en general- ha dejado huella para tiempo, con sus plusmarcas mundiales en los 100 metros lisos recorridos en 9.58 segundos y en los 200m liso,en 19.19. Ocho oros olímpicos y once oros mundiales.

Fiesta y carreras

Algunos piensan que el jamaicano podría haber seguido compitiendo, pero él justifica su decisión: “Hay muchos que siguen, simplemente porque no pueden alejarse de lo que ha dominado su vida y los jóvenes que llegan los empiezan a superar. Cuando tienes una serie de derrotas, pueden lastrar tu legado”.

“Podía sentir que las cosas empezaban a cambiar en los últimos dos o tres años. Mi cuerpo estaba cambiando. Cuando tenía20 años podía comer lo que quería, ir de fiesta todas las noches y ganar una carrera. No puedes hacer eso en tus treinta. Tuve que trabajar en mi dieta y, sí, tomarme las cosas con calma con las fiestas”.

"Al principio incluso probé tener sexo antes de competir por si ayudaba, pero fue un desastre"

En su conversación con el 'Times', Bolt dice que con su entrenador establecieron un sistema para compaginar el deporte con salir de fiesta. “Al principio incluso probé tener sexo antes de competir para ver si ayudaría, pero fue un desastre”.

¿A las órdenes de Maradona?

El hombre más veloz del mundo dejó el atletismo en verano del 2017. Sus ambiciones en el deporte se redefinieron y, a sus 32 años, sigue persiguiendo el sueño de convertirse en futbolista profesional. A pesar de que no logró llegar a un acuerdo con Central Coast Mariners para jugar en la Liga A australiana, esta semana su nombre ha sonado para el mexicano Deportivo Dorados de Sinaloa, dirigido por Maradona.

El mismo Bolt, gran seguidor de los 'diablos rojos', ha reconocido que estrellas de la Premier League, como Paul Pogba del Manchester United, y de Raheem Sterling del City, le respaldan para seguir intentándolo. No le será fácil, pero como dijo el entrenador de fútbol americano Thomas Lombardi: “La diferencia entre una persona exitosa y los otros no es la falta de fuerza, ni la falta de conocimiento, sino la falta de voluntad”.