ENTREVISTA CON EL TÉCNICO BLANQUIAZUL

Rubi: "Mi camino ha sido muy duro, llegué a pensar en dejarlo"

El arquitecto del ambicioso Espanyol repasa su trayectoria en una entrevista con EL PERIÓDICO

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Raúl Paniagua

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Habla con convicción y serenidad, consciente de que el premio le ha llegado después de picar mucha piedra. Se presentó en junio con un discurso revolucionario y ambicioso. El Espanyol venía de una etapa convulsa con el despido de Quique Sánchez Flores y el soplo de aire fresco de David Gallego en el tramo final. Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ (Barcelona, 48 años) volvía al club con el ascenso del Huesca a Primera como éxito y unas ganas enorme de plasmar una idea en la que ha creído desde que empezó en los banquillos con solo 31 años. Los jugadores le adoran, la afición cree en él y los resultados están respondiendo. El Espanyol ya no mira hacia abajo ni se cree peor que nadie. Con Rubi empezó todo.

-Se cumple casi un tercio de la Liga y el Espanyol es quinto, por delante del Real Madrid. ¿Se esperaba algo así cuando firmó hace cinco meses? Es una situación muy bonita y un pelín inesperada. Hay que reconocerlo. Me sabe mal que no me lo pudieras preguntar hace una semana cuando íbamos segundos. Estoy contento igualmente, pero tengo la sensación de que el equipo podría estar aún mejor. Creo que todos los puntos que tenemos son justos y, en cambio, se nos han escapado cosas en Valladolid o Sevilla que ya no volverán. Podríamos estar más arriba.

-En su presentación prometió un fútbol alegre para recuperar la ilusión del perico. ¿Siempre ha estado tan convencido de las posibilidades de su equipo? Sin duda. El equipo está ofreciendo muchísimo y empieza a estar reconocido no solo por la afición perica, sino por toda la gente del mundo del fútbol. Vamos a los campos y nos felicitan. En el Sánchez Pizjuán, en Valladolid… Nos dicen que hemos sido el mejor conjunto que ha pasado por allí, el más atrevido... Siempre que he cogido un proyecto desde el inicio he tenido la suerte de que los jugadores han respondido bien. En este caso teníamos información de que había un gran grupo a nivel humano y lo hemos confirmado.

"Veo a los pericos muy felices. La gente del fútbol nos felicita en otros campos. Lo único que nos falta es llenar más el estadio"

-¿Percibe en el ambiente esa satisfacción? ¿Qué le dicen por la calle? Veo un ambiente maravilloso que tenemos que corroborar con llenar más el estadio. Es lo único que nos hace falta. La gente está muy contenta. Me dice una cosa que me encanta: que van al estadio y no se pierden ni un momento del partido, que antes se distraían con el móvil o con otras cosas. Ahora se divierten durante los 90 minutos y nos empujan. Eso me llena de satisfacción.

-El aficionado perico tiene fama de catastrofista. ¿Teme que en algún momento llegue alguna mala racha que pueda cuestionar su idea? Yo no temo eso. Me centro en el día a día. Si nos ganan dos partidos seguidos y mantenemos el nivel volveremos a vencer. Ahora tenemos una base. Eso es lo importante. Sabemos a qué queremos jugar, sabemos que nos ha funcionado y vamos a seguir así. Si llegan esos momentos, corregiremos los errores y recuperaremos el nivel. No hay miedo a nada.

-El Espanyol es su primer proyecto en Primera desde el comienzo de Liga. ¿Se le ha hecho larga la espera? Ha sido un camino muy duro y muy largo. Llevo entrenando desde el 2001. Debuté en Tercera División. Son 17 años de trabajo, de perfeccionamiento de ideas, de aprender de los errores… Son muchísimas cosas que se te vienen a la cabeza.

-En el 2010, después de dirigir al Benidorm en Segunda B, estuvo dos años sin entrenar. ¿Pensó que había acabado su carrera en los banquillos? Sí. Entonces tenía claro que ya no había salto. Acabamos la temporada quintos, a punto de hacer el play-off, por delante de clubs con mucho más presupuesto. Estuvimos sin cobrar desde octubre. Como entrenador se multiplican por cuatro las dificultades para gestionar eso en el día a día con futbolistas con familias de todo tipo de procedencias. Fue muy duro. Yo dejé tres niños aquí, hicimos una gran temporada pese a no cobrar y luego no me salió nada. Volví a casa. Llegué a pensar en dejarlo, veía que el fútbol se acababa y me tocaría centrarme en el negocio familiar.

"En el 2009 me fui a Benidorm dejando tres niños. Estuvimos un año sin cobrar y luego no salió nada. El fútbol se acababa"

-¿Cuáles eran sus funciones en la empresa de su padre? Es una empresa mayorista de viajes. Desde el 97 hasta el 2009, cuando me fui a Benidorm, llevaba el tema administrativo. Me encargaba de las nóminas, los seguros, los impuestos. No me podía implicar más porque mi idea era entrenar. Cuando volví de Benidorm al ver que no me salía nada ya me iba a involucrar directamente en la dirección de la empresa, ayudando a mi hermana y a mi padre. Pero salió la opción de ir al Girona y volví a reengancharme al fútbol. Yo solo deseaba entrenar.

-Ahora encuentra la recompensa. Sí. Pero como yo hay mucha gente que no ha podido dar el salto y ha tenido que poner un freno, técnicos perfectamente cualificados que se han quedado en el camino. Yo he conseguido mi objetivo, pero con un sacrificio familiar importantísimo. Todo lo bueno que nos pueda pasar ahora nos lo hemos merecido.

-Vilassar aparece en todas las etapas de su vida, aunque nació en Barcelona. ¿Qué recuerdos guarda de su infancia? Nací en Barcelona, pero a los 6 años ya estaba en Vilassar. Mis primeros recuerdos con el balón son en el patio del colegio con los amigos de toda la vida que aún tengo. Con Ramón, con Javi, con Román… Cuando llegue a la escuela Pérez Sala de Vilassar era muy rubio, había muy pocos y me empezaron a llamar “rubio”. Alguien quitó la “o”, no sé quién, y así me quedé desde la EGB. Como estudiante era correcto, quizá podría haberle dedicado más tiempo a los libros para sacar mejores notas, pero hacía solo lo suficiente para pasar el curso con solvencia. Entonces ya tenía solo el fútbol en la cabeza. No había otra cosa.

"Yo he conseguido mi objetivo, pero con un sacrificio familiar importantísimo. Todo lo bueno que nos pueda pasar ahora nos lo hemos merecido"

-Remiro, exportero del Huesca, comentó en este diario que usted sacó la mejor versión de sus vidas de toda la plantilla para lograr el ascenso. ¿Cómo se logra motivar así a los jugadores? Nosotros tenemos la virtud de ver cuál es la capacidad de cada jugador y el reto es sacar su mejor versión en algún momento de la temporada. En unos se tarda más y en otros menos. Para nosotros no hay nunca ni titulares ni suplentes. Queremos que todos se sientan importantes en su momento. No hay jugadores que valen o no valen. Valen todos.

-Quique Sánchez Flores no tenía tan claro eso. Puso en duda el nivel de esta misma plantilla con jugadores como Marc Roca, Hermoso o Sergio García, que ahora son puntales. ¿Ha notado un vestuario con ganas de reivindicarse? A veces los entrenadores decimos alguna cosa que no la pensamos así exactamente. Se es muy crítico con el año pasado, pero tampoco fue un desastre. Yo solo he intentado que los jugadores se encuentren a gusto y den lo máximo. Y lo están haciendo desde el primer día. Todos tenemos detalles que podemos mejorar, pero es cierto que hemos llegado a un nivel muy alto. Se ha avanzado muchísimo. No siempre he conseguido que todos los futbolistas mejoren, pero sí que rindan. El jugador es receptivo. Si se da cuenta de que progresa con esos detalles los aplica

"Me gusta llevar siempre la iniciativa. No tengo ningún modelo de entrenador. Me baso en mi experiencia como jugador. No he copiado nada de nadie"

-El 8 de diciembre vivirá su primer derbi en Primera como técnico blanquiazul. ¿Tiene unas ganas especiales de que llegue ese partido en Cornellà? Tengo unas ganas especiales de jugar contra el Girona porque es el próximo partido, no por el rival, al que quiero mucho. Estoy deseando recuperar los tres puntos que se nos escaparon en Sevilla. Para los profesionales nos queda muy lejos el duelo contra el Barça, pero entiendo que el perico pueda ver ya por el retrovisor ese partido. A mí me importan más el Getafe y el Girona para llegar reforzado a ese derbi en casa.

-¿Cómo fue su etapa en el cuerpo técnico del Barça? ¿Qué opinión le merece la figura de Tito Vilanova? Muy bien, el trato fue exquisito. La situación fue complicada porque solo estuvimos una semana con Tito Vilanova. Luego vino Tata Martino, se marchó el presidente Sandro Rosell… Fue un año complicado pero para una persona que no había estado nunca en la élite como yo fue fantástico. Tito era un entrenador con una capacidad de leer el fútbol espectacular. Lo que consiguió con Pep Guardiola fue muy merecido por parte de ambos. Hicieron una revolución y les salió muy bien.

"Pasé un año fantástico en el Barça. Tito era un entrenador con una capacidad de leer el fútbol espectacular. Lo que consiguió con Pep Guardiola fue muy merecido. Hicieron una revolución"

-¿Estuvo cerca de colaborar con Pep en el Manchester City? No te puedo decir gran cosa sobre eso. Si hubo algo fue a nivel de agencia de representación. Yo no lo sé, a mí solo me molestan cuando hay que tomar decisiones. En este caso no hubo que tomar ninguna por lo que creo que no hubo nada.

-Si Mourinho o Simeone estuvieran en un extremo y Guardiola en el otro, ¿en qué posición se ubicaría usted con respecto a su filosofía de fútbol? A mí solo me gusta diferenciar entre dos tipos de técnicos: el que le gusta llevar la iniciativa y el que se siente más cómodo sin tenerla. Yo, sin ninguna duda, estoy en el primer grupo. A partir de ahí no tengo ningún modelo de entrenador. Me baso en mi experiencia como jugador. No he copiado nada de nadie. 

El método, en primera persona

"Todo comenzó, cómo no, en mi pueblo. El <strong>Vilassar </strong>me dio la oportunidad de entrenar con solo 31 años. En mi última temporada en Tercera marqué 16 o 18 goles pero pensé que tampoco daba para más mi carrera como jugador. Estaba deseando sentarme en el banquillo. Solo quería entrenar y entrenar.  <br/>