El Reus cae en Cádiz y ve el descenso muy cerca (2-0)

Al Reus Deportiu se le ven las costuras. El equipo, que en lo deportivo soportaba el peso del desastre de la gestión del club, ha dicho basta y el pesimismo ha entrado a un vestuario que tan solo suma una victoria de las últimas nueve jornadas de competición doméstica. No es extraño, quizás la peculiaridad residía en la buena labor sobre el verde en un inicio de campaña prometedor.

Las deudas de la entidad, el estado de las instalaciones en el que el equipo trabaja durante la semana, los jugadores sin ficha y, por último, la denuncia de la falta de cobros de la plantilla, son ejemplos que explican un momento deprimente institucional y deportivamente.

La ‘Tacita de Plata’ condenó a los reusenses a una nueva derrota ante un Cádiz al alza. Siete minutos tardaron los andaluces en dilapidar cualquier ilusión de los catalanes. Manu Vallejo, de cabeza, se anticipó a los tres centrales propuestos nuevamente por Xavi Bartolo, para sumar para los gaditanos.

La poca fluidez con el balón y la incapacidad de conectar con el centro del campo, fueron el ‘handicap’ de una plantilla sumida en el desconcierto y la desesperación. Tan sólo Edgar Badia, portero de los del Baix Camp, parecía dispuesto a dar emoción al partido con excelentes intervenciones. 

El gol de Lekic, en el minuto 50, sentenció un encuentro desigual. El conde, como ya le conocen sus nuevos seguidores, no celebró la consecución del tanto por su pasado rojinegro, conjunto del que nunca hubiera salido si Joan Oliver, máximo accionista de la entidad, y su pésima gestión del club, le hubieran hecho la ficha que se merecía. El descenso ya se asume como una posibilidad real. No sólo el administrativo, que si no se apresuran en encontrar a un comprador puede ser tangible en un corto plazo de tiempo, sino también el deportivo, con una plantilla exhausta física y psicológicamente.