MUNDIALES DE DOHA

Simone Biles hace historia con su cuarto oro en concurso general

La gimnasta norteamericana se sobrepone al cálculo renal que sufrió en vísperas de la competición

Simone Biles junto a la japonesa Mai Murakami y la estadounidense Morgan Hurd.

Simone Biles junto a la japonesa Mai Murakami y la estadounidense Morgan Hurd. / periodico

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La pequeña Simone Biles (1,45 metros) es cada vez más una gigante histórica de la gimnasia. La potente y sonriente estadounidense se ha convertido este jueves, a sus 21 años, en la primera gimnasta capaz de ganar cuatro títulos mundiales en el concurso general, cosa que hizo en Doha (Qatar), donde está dominando un torneo donde el martes ya se llevó el oro por equipos con su país y donde intentará en las finales por aparatos de estos viernes y sábado alcanzar las 20 medallas mundialistas en que tiene situado el récord la mítica rusa Svetlana Khorkina.

Khorkina se quedó precisamente sin uno de sus récords, ya que Biles superó los tres títulos individuales de la rusa en el 'All around' (1997, 2001 y 2003) con su cuarto oro, conseguido no sin cierto sufrimiento y menos brillantez, desde luego, que en sus actuaciones anteriores. El martes, EEUU superó en casi 9 puntos a Rusia en la final por equipos, liderado por la propia Biles y la campeona mundial Morgan Hurd, campeona mundial individual en el 2017, aprovechando el año sabático que Simone se tomó tras conquistar la gloria olímpica en Río 2016 con cinco medallas, cuatro de ellas de oro (individual, por equipos, suelo y salto) y una de bronce (barra de equilibrios).

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A Biles, que ya suma 16 medallas de todos los metales en campeonatos del mundo, le tocó sufrir en esta ocasión. "Ha sido probablemente la medalla olímpica o mundial más complicada de conseguir. Para mí ha sido un poco decepcionante porque no he obtenido las puntuaciones que esperaba", reconoció la ya legendaria gimnasta estadounidense.

Biles obtuvo 14,533 en salto, 14,725 en asimétricas, 13,233 en barra de equilibrios y 15,000 en suelo para un total de 57.491, menos de dos puntos de ventaja sobre la japonesa Mai Murakami (55,798) y sobre la defensora del título, Morgan Hurd (55,732). El nivel de dificultad de los ejercicios, inasumible para sus rivales, le valió el cuarto título a Biles, que se vio superada sin embargo por Murakami en salto y barra de equilibrios, y que cometió errores también en suelo.

Víctima de Nassar

Biles comenzó la final intentando el salto que lleva su nombre, pero no lo clavó como sí había hecho en la calificación. Ello abrió una tarde de tensión, con una caída en la barra de equilibrios y una  salida del tapiz en suelo, el aparato en el que es triple campeona mundial. “Creo que he provocado una crisis cardiaca a todo el mundo, pero ha sido así. Incluso las mejores caen alguna vez”, reconoció la pequeña gran gimnasta, que ya suma, en total, 12 títulos mundiales (4 en el concurso general, 3 por equipos y 5 en aparatos) y que opta a cuatro más en las finales de aparatos que quedan.

Los Mundiales de Doha suponen el gran regreso de Biles tras su largo año de descanso después de sus fastuosos Juegos de Río. En enero del 2018 reveló que ella formaba parte de las víctimas de Larry Nassar, el exmédico del equipo femenino de EEUU que fue condenado por centenares de agresiones sexuales cometidas durante dos décadas.