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PRIMERA DERROTA

España se derrumba ante Inglaterra (2-3)

La selección de Luis Enrique pierde después de una nefasta primera parte en la que recibió un 0-3

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Marcos López

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Se despistó España y se complicó la vida. De repente, la esperanzadora obra de Luis Enrique se derrumbó en esa desastrosa primera mitad, donde recibió tres goles que sirven, además, como lección. Una lección para que aprenda la selección después de que Inglaterra, magníficamente dirigida por un lúcido Kane, se lo pasara bomba. Ni los dos goles de ‘La Roja’ sirven de coartada para un equipo que ahora necesita ganar en Croacia para asegurarse su pase a la final four de la Liga de Naciones.

Parece mentira, pero España había empezado bien el partido, con energía, ritmo y hasta vértigo. Parece mentira porque transcurridos los primeros 38 minutos la selección de Luis Enrique asistía asombrada a una caída inesperada. Ni ella misma sabía qué demonios le había pasado cuando Inglaterra, guiada por un genial Kane, más organizador que delantero centro, le arrasó con tres grandes goles. Goles que retratan, además, el catálogo de errores defensivos de España, que se marchó al vestuario en el descanso con un devastador resultado en contra: 0-3.

Un baño, se mire por donde se mire, de la joven Inglaterra de Southgate a una selección aturdida porque no entendió lo que le había pasado. Ese fue el verdadero problema. No supo a qué jugaba. Ni lo que tenía que hacer. De manera sencilla y simple fue burlada. Un pase largo de Pickford, el guardameta inglés, y ‘La Roja’ quedaba desnuda. Muerta de fría en la sevillana noche del Villamarín, que le despidió con pitos al término de los 45 minutos.

Pitos en la grada

Pitos más que merecidos. Pitos para un juego deprimente, con una estructura defensiva caótica donde un fácil pase del portero británico acababa con De Gea recogiendo el balón en su red. Así sucedió en el 0-1, donde Kane dictó una lección de iniciar un cómodo contragolpe que pilló a España con los deberes por hacer. El drama es que no aprendió de ese error. Otro pase largo de Pickford para superar la presión del equipo de Luis Enrique, los centrales (Ramos y Nacho) que se enredan, Kane que se gira con toda la tranquilidad del mundo y Rashford se unía la fiesta de los chicos de Southgate. 0-2 y España temblando de miedo.

Lo peor, sí lo peor aún estaba por llegar porque Kane no tenía bastante con su exhibición de medio centro camuflado con el nueve a la espalda, tal si fuera Firmino en el Liverpool o Benzema en la mejor época del Madrid cuando tenía a Ronaldo a su lado. De pronto, 0-3, gol de Sterling (el segundo de su gran noche sevillana) y Luis Enrique pidiendo la hora impotente de resolver tanto horror defensivo porque un fallo, impropio de la calidad de Busquets, resultó ser finalmente el prólogo de ese último tanto.

Efectividad inglesa

 Tres disparos a puerta de Inglaterra, tres goles. España se convirtió en un equipo transparente, rasgado, una y otra vez, por la velocidad de Sterling, que llevaba tres años sin marcar un gol con su selección, y Rashford, impulsado siempre por la clarividencia de Kane. Pareció entonces que aquel excelente pase largo de Pickford en el 0-1 enterró a ‘La Roja’. Un desastre atrás e insignificante arriba. Se diluyó tanto la selección que fue una caricatura de sí misma. Ni rastro de Asensio, tampoco de Aspas, ¿alguien vió a Rodrigo?, y en el centro del campo los errores de Busquets acabaron arrastrando a Thiago, más activo, y Saúl, que no tuvo impacto alguno.

Al cuarto partido de Luis Enrique llegó la primera curva seria. Una curva que desinfló el globo que se había ido levantando en los tres primeros encuentros donde España había transmitido señales de esperanza. Pero todo acabó en esa imperdonable primera mitad del Villamarín, donde Sterling logró dos goles, los mismos que había firmado en sus 45 primeros con la selección inglesa.

La reacción de Alcácer

Llegó entonces Alcácer, un delantero iluminado, un tipo que ve la portería como si fuera la Diagonal de Barcelona. 13 remates a puerta, 10 goles (siete con el Dortmund y tres con España). Pero no bastó con su mágica aparición, unido al talento de Ceballos. Aún jugando mal en la segunda parte tuvo opciones España de colocarse dentro del partido, mientras Inglaterra tuvo la fortuna de que el colegiado polaco no vio el clarísimo penalti de Pickford. Y el larguero, ya en el tiempo añadido, frustró la estéril reacción de España, a quien el gol de Sergio Ramos le llegó demasiado tarde. Tarde entró en el partido por lo que acabó condenándose a sí mismo.

Ficha del partido

<strong>España      2</strong>