OCTAVA JORNADA DE LIGA

El mustio regreso de Gerard Moreno a Cornellà

Gerard Moreno persigue un balón junto al Kiko Olivas en el Villarreal-Valladolid.

Gerard Moreno persigue un balón junto al Kiko Olivas en el Villarreal-Valladolid. / periodico

José María Expósito

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Ningún seguidor perico se habría podido imaginar hace unos meses, en plena decadencia de la etapa de Quique Sánchez Flores, que el Espanyol iba a echar tan poco de menos a Gerard Moreno. La afición blanquiazul sufrió la temporada pasada una segunda vuelta para olvidar, entre la depresión por el mal juego del equipo y la angustia de ver cómo su estandarte, autor de casi la mitad de los goles del equipo en la Liga (16 de 32) e incluso aspirante a colarse en la lista de Lopetegui para el Mundial, iba a hacer las maletas a final de curso. Este domingo vuelve Gerard a Cornellà, aunque de amarillo y algo mustio. 

No han pasado ni cuatro meses desde que se hizo oficial el regreso del ariete al Villarreal y las cosas no van por el camino esperado para ninguna de las partes. El Espanyol vive su mayor momento de felicidad en muchos meses ('melendazo' aparte), sin que la marcha de su mejor delantero suponga de momento el trauma esperado. Con Rubi el equipo ya no depende tanto de un solo jugador. Y aunque sea anecdótico a estas alturas, Borja Iglesias suma en este inicio de Liga el doble de goles (2) que el hombre cuyo enorme hueco vino a tapar. 

No son los de Gerard, titular en las siete jornadas, los números que se esperaban de él en esta segunda etapa en el 'submarino'. Solo necesitó 15 minutos para estrenarse ante la Real en la primera jornada, pero no ha vuelto a ver puerta en la Liga. La semana pasada ante el Valladolid, primero el palo y luego Masip, que le paró un penalti, lo impidieron. Se escuchó algún pito en La Cerámica. 

Diez visitas sin perder

Pero sería injusto juzgar al delantero catalán (que también suma un gol en la Liga Europa) sin tener en cuenta que tampoco su equipo atraviesa un gran momento. El conjunto de Javi Calleja solo ha ganado dos de sus nueve partidos oficiales este curso, al revés que el Espanyol, que solo ha perdido dos y al que Rubi, que recupera a Hermoso, David López y Javi López, quiere en puestos europeos: "Es una oportunidad para colocarnos entre los cinco primeros".

En ese contexto llega el Villarreal al RCDE Stadium, un feudo inexpugnable en lo que va de temporada pero un escenario que se le da de maravilla a los 'groguets': llevan 10 visitas consecutivas sin perder. Una de las incógnitas es cómo recibirá la afición al que hasta hace poco fue su ídolo. "La gente se expresa como quiere y hay que respetarlo, pero evidentemente me gustaría que no se me recibiera mal, porque al final creo que no he hecho nada malo", pidió el delantero, de 26 años, tras su partido contra el Valladolid, aunque añadidó que entenderá "si aplauden, si silban o si se quedan indiferentes".

"Ser perico es un sentimiento único", afirmó a este diario hace poco menos de un año, tras frustrarse un primera ofensiva del 'submarino' para recuperarle. La segunda fue la definitiva: el Villarreal puso sobre la mesa 20 millones de euros (la mitad de la cláusula de rescisión, pues tenía el 50% de los derechos del jugador) y le convirtió en el fichaje más caro de su historia, a la par que aliviaba las maltrechas arcas del club blanquiazul. "Quería despedirme sobre todo de la afición y me supo muy mal que no me dejasen hacerlo", lamentó.

Rubi pide aplausos

Rubi puso ayer su granito de arena para que el recibimiento sea cordial. "Gerard ha sido perico y debemos estar orgullosos de los que han estado con nosotros. Ha hecho muchísimo por el Espanyol", exhortó. Gerard es, junto a Sergio García, el jugador que más veces ha disparado a las redes del RCDE Stadium (22), un empate que podría resolverse hoy.