EL TOQUE INGLÉS

El asno eres tú

En Londres el futbol es también una librería en la que el balón toma forma de papel impreso para explicar mil historias diferentes

Imágenes de libros sobre fútbol y deporte en una librería londinense

Imágenes de libros sobre fútbol y deporte en una librería londinense / periodico

Josep Martí Blanch

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Todo futbolero ha sufrido alguna vez el mobbing argumental de ese ser supremo que es el intelectual o, al menos y sin ir tan lejos, el del congénere que sólo mira documentales que expliquen lo mal que está el mundo y acaben aleccionándonos sobre lo bien que estaría si los humanos dejáramos de poblarlo. Saben de lo que les hablo. El fútbol es tan sólo una pandilla de primates corriendo tras una pelota en calzoncillos, el opio del pueblo, un divertimento de mentes perezosas que se distraen de lo que realmente importa y ennoblece. Un bla, bla, bla en un bucle tan aburrido como el equipo (pronto exequipo) de Mourinho esta temporada.

Esa gente no sabe de lo que habla. No porque sea obligado que te guste el balón, sino porque lo que es temerario es despreciar lo que no se conoce. Deberían considerar esos pesados predicadores que el fútbol es también cerebro, intelecto. Y tengo las pruebas así lo acreditan.  Londres es una ciudad de verdad y acoge todo lo que uno espera de una metrópoli. Entre esas cosas, grandes librerías. Para un aldeano como yo, que hasta entrado en la adolescencia los únicos libros que hojeó eran los que regalaba La Caixa por Sant Jordi, esto se asemeja bastante al descubrimiento de El Dorado. Confieso que no doy abasto.

Vayamos a las pruebas. Cuando oigan a alguien decir que el futbol es cosa de burros ármense de valor para acusarle de ignorante. Atrévanse a decirle que el asno es él y luego mándenlo a Londres de una patada en el trasero que lo haga aterrizar directamente en Waterstones de Piccadilly o en Foylesde Charing Cross. Aprenderá la lección. Va a darse de bruces contra cientos de libros sobre fútbol de temática y enfoques tan diferentes que lo cierto es que dan para un máster de verdad y puede que hasta para dos, incluso tres, si son en la Juan Carlos I.

El fútbol es un estadio lleno de gente, la hierba recién regada y dos equipos dejándose la piel, pero aquí es también una librería en la que el balón toma la forma del papel impreso y encuadernado para explicar el racismo, la integración social, la violencia, los barrios, las ciudades, el negocio y claro, también los ídolos y los equipos, a través de la literatura. Se dirá que también Belén Esteban escribe libros. De acuerdo. Pero no como “The bottom Corner” de Ninge Tasell, sobre lo qué significa el futbol en las calles y en los barrios, o The acid testde Clyde Best, el jugador de las Islas Bermudas que se convirtió en uno de los primeros negros del futbol profesional inglés y que tuvo que aprender a convivir con los peores instintos racistas de las gradas de finales de los sesenta y setenta.

Créanme si les digo que vale la pena dejar de mirar el reloj sentado en uno de los cómodos sofás que ofrecen estas librerías o en una de sus cafeterías para empaparse de futbol mientras decides qué es lo que te vas a llevar a casa tras hojearlo casi todo.  Yo escogí las memorias de George Best, uno de los mejores futbolistas británicos de todos los tiempos que, junto a sus regates, regaló perlas como que una vez había dejado a la vez la bebida y las mujeres y que esos habían sido los peores veinte minutos de su vida. Costó no añadir al cesto nada que no hiciera referencia al imaginario barcelonista. El cosmopolitismo londinense premia lo mejor del mundo sin caer en falsos debates. Y si los libros son un termómetro, los estantes de esta ciudad también han decidido que lo mejor desde hace unos cuantos años son Guardiola, Messi y el Barça.