Doble o nada para Lopetegui

“Son partidos especiales, de emociones, de gente que pueda jugar en el límite emocional”, decía Simeone en la previa del derbi madrileño (20.45 h.) para quitarle trascendencia al mal momento que atraviesa el Real Madrid. Pero en esos límites emocionales, especiados con coraje y pasión, Simeone se mueve como pez en el agua. Lopetegui todavía está por demostrarlo.

 “La temporada es larga y habrá momentos difíciles”, reconocía Lopetegui, inmerso en su primera semana complicada al frente del Real Madrid. Después de perder en la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid, los argumentos para ser optimistas (inflados tras la victoria en Champions ante una Roma en horas muy bajas) se iban asentando con victorias en partidos propicios, ante Getafe, Girona y Leganés.

Lopetegui, del cielo al infierno

Pero entre el empate en San Mamés y el sufrimiento en la segunda parte en la victoria (1-0) ante Espanyol, se empezaban a vislumbrar los problemas del Real Madrid coral que promulga Lopetegui ante rivales de más entidad, confirmados con la calamitosa derrota en Sevilla.  

“En el fútbol todo va muy rápido, hay que dejar las victorias y las derrotas atrás porque inmediatamente tienes un reto como el derbi”, decía Lopetegui. Aunque más que un reto ilusionante, el derbi se presenta como una prueba de nivel, un examen parcial con la importancia potenciada por las malas sensaciones del Madrid en los últimos partidos.

Lesión muscular de Marcelo

Marcelo, castigado en defensa ante el Sevilla, será baja por una lesión muscular y Lopetegui tapará su hueco con Nacho, eminentemente más defensivo. Carvajal, ausente por molestias los dos últimos compromisos, será de la partida y la apendicitis de Isco clarifica la apuesta de Lopetegui en un centro del campo y un frente ofensivo que, pese a la debacle en Sevilla, es el titular para el entrenador blanco.

La segunda dosis de Simeone en un mes y medio de competición no le puede llegar en peor momento al Madrid. El proyecto Lopetegui, todavía en fase de despegue, se enfrenta a sus primeras turbulencias serias. Otra derrota ante el Atlético encendería todas las alarmas a tres días de viajar a Moscú para jugar ante el CSKA la segunda jornada de la Champions League.

Escenario ideal

El escenario es propicio para el Atlético de Madrid. Reforzado por los traspiés intersemanales de Madrid y Barça, el equipo de Simeone llega en crecimiento, con el impulso del que ya supero un dubitativo inicio de Liga. Con las victorias ante Mónaco, Getafe y Hueca en poco más de una semana, el Atlético ha aclarado su grupo de la Champions League y se ha colocado tercero en Liga, a dos puntos de los líderes.

Lejos quedan los fatalismos de la tercera jornada de Liga, después del empate agónico ante el Eibar y la sonrojante derrota en Vigo, cuando el liderato se alejaba a siete puntos. Al contrario que al Real Madrid, al Atlético le llega el derbi en un momento dulce. Las bajas de Simeone se han reducido a Savic y Gelson, mientras que la única duda de un once ideal bastante consolidado tiene que ver con el rendimiento discontinuo de Lemar, la gran apuesta, y la solvencia de Correa, la alternativa. “Esperemos llevar el partido hacia donde nosotros nos vamos a sentir más cómodos”, decía Simeone en la previa.