Guerra psicológica

El Norwich City pinta de rosa el vestuario visitante para disminuir la testosterona rival

El director deportivo del club enmarca la acción en una guerra psicólogica previa a los partidos

Las camisetas del West Brom en el vestuario de Carrow Road, con las paredes de color rosa.

Las camisetas del West Brom en el vestuario de Carrow Road, con las paredes de color rosa. / periodico

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El vestuario visitante de Carrow Road, un estadio que tardó solo 82 días en construirse pero lleva en pie 83 años, amaneció con algunos colores cambiados. El Norwich City, anfitrión del estadio, ha decidido pintar el vestuario visitante de color rosa para intentar reducir la agresividad y la testosterona de sus oponentes.

Stuart Webber, director deportivo del club del este de Inglaterra, explicó que la decisión de llevar a cabo esta acción se enmarca dentro de una guerra psicológica; el vestuario local, en cambio, se mantiene de color blanco y cuenta con frases motivacionales, en las paredes, para alentar a sus futbolistas.

El club basa su maniobra en algunos estudios que apuntan que un particular tono de rosa ha permitido reducir la agresividad en reclusos de algunas cárceles de Suiza y de los Estados Unidos. Es el color conocido como 'rosa Baker Miller', directora del Instituto que descubrió los efectos emocionales de esta tonalidad.

Sin efecto

De momento, la medida no ha dado sus frutos. El Norwich ha disputado un partido en casa y lo ha perdido. Fue ante el West Bromwich Albion, por 3-4, en la segunda jornada de la Championship, la segunda división del fútbol inglés. Aún es pronto para sacar conclusiones sobre si la decisión surgirá efecto.

No es algo nuevo. En 1979, el equipo de fútbol americano de la Universidad de Iowa decidió pintar las paredes de los vestuarios visitantes de color rosa; desde 2005, también los lavabos, las taquillas y todo elemento susceptible de ser pintado de rosa. En la década de los 90, algunos equipos estudiantiles norteamericanos también lo probaron pero el comité organizador no se lo permitió.

La aceptación de los posibles efectos de una particular tonalidad del color rosa en la disminución de los niveles de agresividad y testosterona no es algo unánime. El doctor en psicología deportiva, Alexander Latinjak, afirmó en BBC Sport que pese a que "el rosa surge ese efecto, no porque sea rosa, sino porque evoca recuerdos de la infancia", no perdería el tiempo porque "ahora que los equipos lo saben, pueden tomar medidas para contrarrestarlo y aumentar los niveles de testosterona de sus futbolistas".