Avisados quedan: soy un 'cottager'

Cuando uno escribe hay que enseñar las cartas. Es el único modo de que los lectores avisten todo gato que quiera pasar por liebre. Así que sepan ustedes que soy oficialmente hincha del Fulham, un cottager, desde esta misma semana. Expongo los motivos: están cerca de casa, son el club londinense más antiguo, su estadio (levantando en la misma orilla suroeste del Thames) es de un sentimentalismo futbolístico extremo y nunca han ganado nada ni es probable que lo hagan en el futuro.

Esto último, lo de no levantar un trofeo ni por casualidad, es importante. Siendo un servidor un barcelonista genético prefiero para esta vida londinense el puro romanticismo del balón sin el adorno de los títulos. Quiero experimentar como se vive el futbol cuando tu equipo nunca gana nada ni esperas que lo haga. Vaya, que he decidido sentirme como un aficionado del Espanyol en Barcelona. También he escogido pub y tirador de cerveza, pero como quiera que estas decisiones, aun siendo trascendentes, no tienen incidencia sobre la objetividad de lo que vaya a escribirles, no hace falta compartirlas. Al fin y al cabo, todavía no somos amigos.

Bronca con Pogba

La semana debía apuntar informativamente al plato fuerte de la segunda jornada, el duelo londinense Chelsea-Arsenal. Pero hace ya mucho que el futbol se gusta coloreando de rosa los tiempos de espera. Y siempre habrá un Mourinho dispuesto a satisfacer la demanda y rodar un capítulo de telenovela tras otro. La bronca del portugués con Paul Pogba (el francés no es un angelito) tras el primer partido de liga no dejó de crecer y alimentar especulaciones día tras día.

No fue hasta el viernes que el portugués echó mano del tópico para decir que nunca, en dos años y varias semanas que llevan juntos, jugador y entrenador han tenido una relación tan buena como ahora. Claro, claro. En cuanto el United pierda un partido esto va a ser un arda Troya según Liam, mi camarero preferido y mi mejor compañía, de momento.

Tacos a los jugadores

En el City la lesión de Kevin de Bruyne, tres meses fuera de combate, es una mala noticia tratándose de uno de los jugadores más destacados de la temporada pasada. La rotura de rodilla del mediocentro belga ha emborronado el estreno de “All or Nothing”, el publirreportaje de ocho capítulos que Amazon ha producido sobre los Citizens, previo desembolso de diez millones de libras, y que está disponible en streaming desde el viernes. Para la BBC, siempre tan exquisita, lo más sorprendente de la serie es que Pep Guardiola diga tacos a sus jugadores. ¿Esperaban lenguaje eduardiano dentro de un vestuario?

Tomen nota de que ahí están enseñando la patita los actores empresariales que van a romper definitivamente el mercado televisivo en poco tiempo. Amazon husmeando en la premier y la liga española emitiéndose gratis a través de Facebook en la India y siete países más del continente asiático. La rueda de la fortuna no puede parar.

Acabemos con un chupito de consuelo para los que creen que al norte de los Pirineos todo se hace mejor. El Tottenham ha aplazado la inauguración de su estadio, prevista para septiembre, sin marcar nueva fecha en el calendario. Los Spurs andan buscando, no jugadores, sino electricistas; un total de diez, según ha publicado la prensa inglesa esta semana. Como ven, hasta a las mejores familias se les pueden fundir los plomos.