TRIUNFO AGONICO ANTE EL CHIEVO (2-3)

Gana la Juve; Cristiano no marca

El equipo de Allegri sobrevive en el tiempo añadido gracias al tanto de Bernardeschi en el irregular estreno del exjugador del Madrid

Cristiano Ronaldo se lamenta de una ocasión fallada ante el Chievo en Verona.

Cristiano Ronaldo se lamenta de una ocasión fallada ante el Chievo en Verona. / .44694334

Marcos López

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Gana la Juve. Gana y marca tres goles. Pero Cristiano Ronaldo, en su debut en la Serie A, se marchó sin firmar ni un solo tanto. Gana de forma agónica a la Juve (2-3) remontando un partido que se la había complicado porque el Chievo le había dado la vuelta al tanto inicial de Khedira. Gana la Juve, deja destellos, sobre todo en la segunda mitad, el exjugador del Madrid, pero vuelve a Turín maldiciendo su desgracia ante Sorrentino, el guardameta que frustró todas sus esperanzas de arrancar con un gol.

De tanto mirar a Cristiano, la Juventus se olvidó de defender, cometiendo errores impropios de una vieja señora. Tenía el partido en su mano antes incluso de que comenzara porque a los tres minutos una falta lateral le abrió el camino del triunfo. Tenía a la estrella portuguesa, pero el gol llegó a balón parado. Un cabezazo de Chiellini en el corazón del área del Chievo permitió a Khedira convertirse en el primer goleador de la nueva Juve.

El 'nueve' de toda la vida

A partir de ahí, poca cosa de Cristiano, convertido ya definitivamente en un delantero centro. En un viejo nueve de toda la vida. Instalando su campamento base en el área del Chievo, escoltado por las piernas frescas y veloces de Cuadrado, que llenaba el carril derecho, y Douglas Costa ocupando el costado izquierdo. Ni rastro de Dybala, que pasó de manera testimonial por el duelo.

A la media hora de partido, el exjugador del Madrid había disparado dos veces. Dos tiros, dos fuera (uno con la derecha, otro con la izquierda). Poca presencia en el juego colectivo juventino, aguardando su momento. No lo tuvo en la primera mitad, acabada de mala manera porque el Chievo aprovechó un largo ataque estático para desnudar al equipo de Allegri.

Apenas tuvo peso en la primera mitad, pero luego, con los cambios de Allegri, Cristiano generó más peligro

Tocó y tocó el conjunto de Verona hasta encontrar el espacio en el interior del área bianconera con un exquisito y preciso cabezazo de Stepinski. Era el inicio de un horrible final de la primera parte de la Juve, algo que se repitió en los primeros minutos de la segunda cuando Cancelo, el exjugador del Valencia, cometió un penalti absurdo sobre Giaccherini. Este, con tranquilidad extrema, ejecutó el lanzamiento desde los 11 metros engañando a Szczesny, el sucesor de Buffon.

Retorno a la banda izquierda

Mal pintaba entonces la tarde para la Juve, obligando a Allegri a agitar su once con la entrada primero de Bernardeschi y después de Mandzukic dándole así nuevos socios a Cristiano. Se activó el luso, ya más pegado a la banda izquierda para conectar a menudo con el balón, disfrutando en apenas 17 minutos de la segunda mitad (del 60 al 77) de hasta tres claras ocasiones de gol.

Siempre topó Cristiano con Sorrentino, el veterano portero del Chievo (39 años). El que fuera en su día guardameta del Recreativo de Huelva frustró un cabezazo del exmadridista, un disparo en el interior del área y hasta esquivó el más venenoso. Una falta lanzada desde el flanco izquierdo, una falta muy 'cristiana', con efecto hipnotizante, aunque Sorrentino no se complicó la vida repeliendo el cuero como si llevara un detonador de dinamita en su interior. 

Susto con Sorrentino

A balón parado tuvo que sobrevivir la Juve en un emocionante estreno de la Serie A

A todo esto, y en otra acción a balón parado, la Juve equilibró el partido en el marcador. En el juego ya lo dominaba. Un saque de esquina permitió a Bonucci, con la colaboración con Bani, el defensa del Chievo, enmendar su error de la primera parte. Y Sorrentino, el héroe, acabó saliendo en camilla del estadio después de una jugada que necesitó la revisión del VAR porque Cristiano golpeó en su cabeza instantes antes de que Mandzukic cabeceara a gol, pasando claramente la línea. Pero la tecnología determinó la infracción previa del exmadridista.

Acabó el Chievo jugando con Adrian, su portero suplente en los cinco minutos del tiempo añadido. Tiempo más que suficiente para que Alex Sandro quebrara, gracias a su habilidad, por la banda izquierda antes de asistir a Bernardeschi, que firmaba el 2-3 definitivo. Obra de Allegri, en realidad, porque tuvo una intervención decisiva en el partido con sus sustituciones encerrando al Chievo, que acabó derretido. Más cerca no lo tendrá. En el último suspiro, perdió ante el hegemónico campeón del scudetto.   

La ficha del Chievo - Juventus (2-3)

<strong>Chievo:</strong> Sorrentino; Tomovic,  Rossettini, Bani; Depaoli, Rigoni, Radovanovic, Hetemaj, Cacciatore; Stepinski y Giaccherini.