LOS EUROPEOS DE ATLETISMO EN BERLÍN

Júlia Takács, bronce en los 50 kilómetros marcha

La atleta de origen húngaro da a España la primera medalla continental en la nueva prueba femenina

Júlia Takács, en primer término, durante la prueba de este martes.

Júlia Takács, en primer término, durante la prueba de este martes. / .44569309

Joan Carles Armengol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Júlia Takács, una atleta de 29 años de origen húngaro, ha dado a España su primera medalla en los Europeos de atletismo que se celebran en Berlín. Takács ha arañado la medalla de bronce en una prueba que se estrenaba en el sector femenino en unos campeonatos continentales, la de 50 kilómetros marcha, al quedar tercera (4.15.22), por detrás de la portuguesa Inés Henriques (4.09.21) y de la ucraniana Alina Tsiviliy (4.12.44).

Takács, de hecho, partía como una de las favoritas, ya que había llegado a Berlín con la mejor marca europea del año, esas 4.13.04 horas que son también el récord de España en esa novedosa distancia para las mujeres. La marchadora, nacida en Budapest hace 29 años y nacionalizado española en junio del 2008, ha realizado una carrera modélica, de atrás hacia adelante, y en el transcurso de los kilómetros ha subido desde la octava plaza (kilómetro 10) a la sexta (km 20), la cuarta (km 30) y hasta la tercera definitiva.

Takács, que se entrena en el CAR de Sant Cugat a las órdenes de Montse Pastor, la pareja de Chuso García Bragado (a los 48 años, el español más veterano en Berlín, que hoy se ha retirado tras ayudar durante un tramo a Júlia), ha sido campeona de España en varias ocasiones y ostenta las plusmarcas nacionales tanto en los 10 como en los 50 kilómetros marcha.

Olímpica en Río 2016 (fue 33ª en los 20 km) y mundialista en Moscú 2013 (9ª en 20 km), sus mejores resultados habían sido un oro en la Universiada de Shenzhen del 2011, otro oro en los Europeos sub-23 de Ostrava 2011 (ambos en los 20 km) y una plata en los Campeonatos Iberoamericanos de San Fernando (Cádiz) en el 2010 (10 km).

Esperar pinchazos, la táctica

Takács ha explicado que durante la carrera se había limitado mantener su ritmo, esperando que quienes iban por delante de ella "pincharan". "Iba poco a poco, manteniendo mi ritmo, esperando que las que iban por delante de mí pincharan", dijo Takács a EFE poco después de cruzar la meta.

Takas dijo que sabía que la ganadora de la competición, la portuguesa Ines Henriques, era "inalcanzable" pero que "a las dos ucranianas, que empezaron muy fuerte" podía llegarles. "A la que iba a tercera creo que la alcancé en el kilómetro 34", dijo Takács, cuyo objetivo era estar en el podio.

La competición con temperaturas altas, por encima de los 30 grados, afectó a algunos atletas, pero Takács aseguró que gracias a haber entrenado en condiciones similares no le había pasado factura. "El calor afecta, pero yo he entrenado cerca de Girona en condiciones similares y eso me ha ayudado. He visto que algunos se han desmayado", dijo.

Las otras dos españolas participantes se han metido en puestos de finalista (8 primeras). Ainhoa Pinedo ha sido séptima, con 4.27.03, y Mar Juárez octava, con 4.28.58, del total de 14 atletas que han sido capaces de finalizar la durísima prueba.

En el corazón de Berlín

La Breitscheidplatz, donde se eleva al cielo el muñón de la iglesia del káiser Guillermo, destruida en la II Guerra Mundial, registraba a las 8.35, hora de la partida, 21 grados y un 56 por ciento de humedad, condiciones preocupantes para competir durante cuatro horas.

Por primera vez en unos Europeos, las mujeres competían en esta distancia, en salida conjunta con los hombres. Júlia Takács encabezaba la lista europea del año entre las 19 marchadoras.

Henriques cubrió los primeros 10 km en 48.20, con 53 segundos de ventaja sobre la bielorrusa Nastassia Yatsevich, luego retirada. Julia Takacs iba octava con 52:17, antes de empezar su impresionante remontada.

A partir de ahí, la portuguesa interpretó un solo hasta la meta, en tanto que la española progresaba, poco a poco, hasta lograr el podio, el primero del equipo español en estos Europeo de Berlín, donde aspira a ganar alrededor de una decena, según las previsiones más lógicas por las marcas obtenidas durante la temporada.

Díaz, noveno en hombres

Simultánemante con la carrera femenina se disputó la masculina, en la que Maryan Zakalnytskyy, abanderado de la nueva generación de marchadores ucranianos, se alzó con la primera medalla de oro en estos 24º campeonatos de Europa de Berlín al ganar los 50 kilómetros con un tiempo de 3.46.32 h. El ucraniano subió al podio junto con el eslovaco Matej Toth (3.47.27) y el bielorruso Dzmitr Dziubin (3.47.59)

El podólogo madrileño José Ignacio Díaz, en una trayectoria en progresión, fue el mejor español, noveno con un registro de 3.55.28, en tanto que Marc Tur se clasificó en el puesto 22º con 4.09.18 y Jesús Ángel García Bragado se retiró lesionado en el km 38, en sus séptimos Europeos consecutivos.

La última vez, en Zúrich 2014, que esta prueba entró en el programa de los Europeos, Johan Diniz ganó con nuevo récord mundial (3.32.33), pero aquí no estaba el francés, aquejado de una fractura de estrés.

Sin opciones de medalla, entre los 36 contendientes masculinos brillaba el nombre de Jesús Ángel García Bragado, presente en sus séptimos Europeos consecutivos con 48 años, el abuelo de los campeonatos. El atleta con más participaciones olímpicas de la historia (7) ganó bronce continental en Múnich 2002 y plata en Gotemburgo 2006.

Toth tomó la cabeza con el disparo, se adelantó unos metros y se dejó alcanzar por un primer grupo para formar frente con Ojala, que no es la expresión de un deseo, sino el curioso apellido del finlandés Aleksi. La cabeza pasó por el km 10 en 45.57. Los tres españoles casi juntos. José Ignacio Díaz por delante con 47.24, y García Bragado y Tur en 47.50.

Toth volvió a la carga mediada la prueba. Otra vez se marchó por delante, pero en el 32 le alcanzó y rebasó el ucraniano Maryan Zakalnytskyy, y luego también cedió ante el bielorruso Dzmitry Dziubin y el noruego Haward Haukenes. El podio parecía alejarse para el eslovaco pero el campeón olímpico no se resignó y, aunque no pudo ganar, obtuvo el consuelo de la medalla de plata.