EL PERFIL

Retrato de Hierro: El Mariscal de Hierro

"Tengo un año de entrenador, otro de ayudante y 30 rodeados de balón", revela el nuevo seleccionador español

Hierro, en su primer entrenamiento dirigiendo a la selección española en Krasnodar.

Hierro, en su primer entrenamiento dirigiendo a la selección española en Krasnodar. / periodico

Marcos López

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Hace dos días, ni se lo planteaba. Estaba tranquilo, sereno, elogiando el trabajo de Lopetegui, incapaz de adivinar lo que se le venía encima. Aliviado, feliz, bromeando incluso con viejos amigos como Kiko Narvaez José Antonio Camacho. Una vida de ejecutivo llevaba Fernando Hierro, sin poder ocultar que ya le había picado “el gusanillo” de entrenador. Un gusanillo que le duró más bien poco. Pero llegó a decir que nunca se veía como un seleccionador.

Abandona su vida de ejecutivo para proyectar su imagen de liderazgo en una selección atormentada en las puertas del debut del Mundial

"Tengo un año de entrenador, otro de ayudante y 30 rodeados del balón", pregonó orgulloso de una carrera espectacular como futbolista. Un defensa moderno, tan moderno que fue adelantado a su tiempo por la elegancia de sus pases, unido, además, a su letales apariciones en el área combinadas con sus potentes disparos y un carácter de líder. Más bien de mariscal.

 "Cuando queráis, abrimos el fuego rápido que tenemos que entrenar", dijo el nuevo seleccionador español, deseoso de pisar el césped, dispuesto a vivir un reto que no existía en su imaginación. Con Hierro, que ha tenido que construir un equipo de trabajo en pocas horas (hoy llegan Julián Calero, que fue segundo de Lopetegui en el Oporto y de Fernando en el Oviedo, Juan Carlos Martínez, preparador físico, y el exinternacional Carlos Marchena), no solo se contrata un técnico sino también una figura respetada por los internacionales.

"Ya firmaría ser como Zidane, lo firmaría, lo digo de verdad... Ojalá" (Hierro)

Poco importa su escasa experiencia en los banquillos. Empezó el Erasmus siendo ayudante de Ancelotti, sustituyendo, precisamente, a Zidane en ese rol. "Ya firmaría ser como Zidane, ya firmaría, lo digo de verdad…. Ojalá", bromeó cuando se le recordó si podría igualar los registros del francés, que llegó como solución de emergencia al Bernabéu tras el despido de Benítez y se va con tres Champions en dos años y medio.

Ejerció de ayudante de Ancelotti antes de irse al Oviedo, su única experiencia como primer entrenador

Completado el proceso de aprendizaje en el Madrid, asumió la dirección del Oviedo en Segunda A. Su única experiencia como líder de un grupo. Viene, además, sin tiempo de tocar nada en lo táctico, pero sí en lo emocional. Necesita ordenar, y sin ayuda de especialistas en esta área (Juan Carlos Campillo, el coach de Lopetegui, se ha ido con él, a sus "chavales". Así llama Hierro a sus jugadores, convencido de que podrá dotar de equilibrio a una selección que ha perdido la referencia que le había guiado en los dos últimos años.

Está Hierro y no Celades, bien valorado tácticamente en la federación, al frente de ‘La Roja’ porque se necesita transmitir una imagen de fortaleza y, sobre todo, de liderazgo. Conoce a los chavales ya sea desde niños porque su cargo de director deportivo le ha permitido asistir a la evolución o conecta con los veteranos, tipo Iniesta, Ramos, Busquets, Silva, Piqué… por su excelente trabajo (y discreto) en el Mundial del 2010. Vicente del Bosque era el técnico; Hierro, el ideólogo de la convivencia, el tipo con carácter que movía silenciosamente los hilos de aquella Roja.

"Le puedo mirar a los ojos a todo el mundo. He actuado como se debe actuar" (Hierro)

 "Le puedo mirar a los ojos a todo el mundo. He actuado como se debe actuar", argumentó ayer en medio de un huracán que ha movido todos los pilares de la selección. "¿Cómo juegan mis equipos? Es una buena pregunta. Me gustaría que jugasen bien, que compitiesen, con un juego de posesión, con calidad… Con los artistas que tengo, estoy encantado de la vida", admitió Hierro, que no podrá dormir estos días "estudiando los vídeos" de Portugal.