POLÉMICA INTERNACIONAL

Clamor palestino durante el entrenamiento de Messi en BCN

Una mujer Palestina muestra la camiseta de la selección Argentina manchada de sangre en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

Una mujer Palestina muestra la camiseta de la selección Argentina manchada de sangre en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. / periodico

Irati Vidal / Abel Gilbert

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"Hoy comenzaremos una campaña contra la selección argentina y apuntaremos a la persona de Messi, quien tiene 10 millones de fans a lo largo del mundo árabe e islámico, de Asia, de África y en los estados amigos del pueblo palestino", decía el presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub. E insistía: "Para ellos Leo es un gran símbolo por lo que apuntamos a él y llamamos a todos a quemar sus camisetas e imágenes y a abandonarlo".

Y parece que el mensaje ha calado entre los aficionados propalestinos habitantes en Barcelona, pues esta mañana una decena de ellos se ha acercado a la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde se entrena el combinado argentino antes del Mundial de Rusia, con camisetas de 'la Pulga' manchadas de sangre. Portaban banderas de Palestina, altavoces y cazuelas y se han hecho oír en uno de los últimos entrenamientos de la albiceleste.

¿Un acto político?

Piden que Argentina no juegue el próximo sábado en el Teddy Stadium de Al Malha, parte de Jerusalén que está bajo control israelí desde la guerra de 1948, porque entienden que es un acto político más que un evento deportivo. Y están dispuestos a seguir protestando con tal de que Messi se pronuncie en contra del encuentro. Consideran que si pisa Al Malha para jugar será cómplice de Israel.

Es habitual que cada vez que una figura relevante, ya del mundo de la Cultura o del Deporte, cuente en su gira con una visita a Israel, los movimientos propalestinos aprovechen su tirón mediático para protestar y fomentar el boicot. Algunas estrellas ceden a esta presión y cancelan el viaje. Es el caso de hace unos meses de Natalie Portman, que rechazó al final un premio que iban a entregarle en Tel Aviv.

En Argentina, en cambio, el costo político de la presencia de la selección en Israel no es ni siquiera objeto de discusión periodística, solamente interesado en el equipo que presentará Jorge Sampaoli frente a un rival menor como paso previo a Rusia.

El diario Clarín apenas habló de la “furia” de la Federación Palestina. La decisión de participar en Jerusalén de los festejos del 70 aniversario de la creación del Estado de Israel no es ajena al estricto alineamiento del Gobierno de derechas con la administración Trump y con Benjamin Netanyahu.

Mudanza de la embajada de EEUU

Pero, a la vez, ha sucedido algo en el medio que no parece ser completamente ajeno a la controversia internacional alrededor de lo que ocurre con la mudanza de la embajada de EE.UU a Jerusalén y el mismo partido de fútbol. La selección debía viajar este miércoles al Vaticano para encontrarse con el papa Jorge Bergoglio, una figura que en los últimos tiempos ha expresado su “profunda preocupación” por las consecuencias en Oriente Medio de la política de Trump.

Francisco ha pedido de manera recurrente que “se realicen todos los esfuerzos para respetar el statu quo de la ciudad, conforme a las pertinentes resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas”. Paraguay ha secundado a Washington en el gesto de mudar la capital. Argentina no lo ha hecho.

El partido de fútbol tiene lugar en momentos donde el deporte y la política se entreveran. El encuentro entre el pontífice argentino y los jugadores se suspendió en este contexto de extrema sensibilidad. “¿Qué pasó? Evidentemente hubo una falla comunicativa importante, con mensajes cruzados y absoluto desentendimiento entre las dos partes”, dijo el diario La Nación.