LA PESADILLA DE LA CHAMPIONS

Karius comparte sus dramáticas sensaciones

El portero del Liverpool dice que siente "infinitamente" los errores cometidos en la final y agradece las muestras de apoyo recibidas

Loris Karius llora sobre el césped de Kiev al terminar la final de la Champions.

Loris Karius llora sobre el césped de Kiev al terminar la final de la Champions. / periodico

Joan Domènech

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Insomnio. Tristeza. Decepción. Amargura. Un sinfín de sentimientos, y ninguno bueno, asaltaron a Loris Karius nada más terminar la final. Quizá durante el partido ya era consciente de que estaba metiendo la pata, cuando sus errores empezaron a decantar la balanza en favor del Madrid y en perjuicio del Liverpool, la portería que debía mantener a salvo. Al acabar, no tenía ninguna duda: era el culpable indiscutible.

Una noche de pesadilla, la primera de las muchas que vendrán, pasó en Kiev Loris Sven Karius, nacido el 22 de junio de 1993 en Biberach, Alemania, que compartió vía Twitter las amargas sensaciones que se acostaron con él y que le desvelaron, impidiéndole dormir hasta que ya había amanecido.

"Las escenas siguen corriendo por mi cabeza una y otra vez", explicaba en su monólogo, rememorando dos errores, uno de actitud y otro de aptitud, que costaron dos goles. La imprudencia al pretender sacar con la mano rápidamente pese a la peligrosa cercanía de Benzema, a quien le dio por alargar la pierna con la fortuna de que tocó el balón y este cambió de trayectoria hacia la portería vacía. La mala colocación postural que le impidió detener un lejano tiro de Bale, cuando la pelota la dobló las manos.

"Lo siento infinitamente por mis compañeros, por los fans y por todo el personal. Sé que lo eché a perder con los dos errores y los decepcioné",los decepcioné escribe Karius. Hubo un tercer error antes (una mala salida de portería), pero el larguero se apiadó de él para detener el disparo de Isco.

Debió sentirlo especialmente también por Jürgen Klopp. Además de ser alemán como él y además de ser el entrenador, que puede sentarle para siempre en el banquillo (o despedirle), comparten el club de procedencia. El técnico confió él al tratarse del portero del Mainz, donde Klopp dio sus primeros pasos. Karius fue fichado en julio del 2016 a cambio de 5,3 millones de euros. En la primera campaña disputó 16 partidos; en la segunda, la actual, 33. Era el titular escogido desde el mes de enero, cuando desbancó a su colega belga Simon Mignolet.

"Me gustaría retroceder en el tiempo, pero eso no es posible", confesaba el meta, sin duda ante el peor momento de su carrera profesional, que se estrenó el 1 de diciembre del 2012 al debutar a los 19 años con el Mainz ante el Hannover en la Bundesliga (2-1). El cénit de Kiev se convirtió en una caída al precipicio.

"Lo peor es que sentíamos que podíamos haber batido al Real Madrid", sostenía Karius en el deprimente domingo vivido, a duras penas consolado por las muestras de cariño recibidas por la grada del Liverpool, a la que se dirigió, llorando, pidiendo perdón. "Gracias a los fans que me apoyaron después del partido y que me demostraron que somos una gran familia. Gracias, volveremos más fuertes", concluye la epístola con un mensaje propio de un libro de autoayuda para un deportista desolado.