El Atlético quiere volver a ganar una final

Este miércoles (20.45h), el Atlético de Madrid juega la final de la Europa League con su estrella Antoine Griezmann ante la oportunidad de ganar su primer gran título, en los que podrían ser sus últimos días como rojiblanco. Simeone, que apela a la humildad en la previa, tiene a todos disponibles para jugar ante el Olympique de Marsella y volver a ganar una final europea tras las dos derrotas ante el Real Madrid en la Champions.

Después de una temporada complicada: sin poder fichar en verano, con el descalabro de la Champions ante el Qarabag de Azerbaiyán y con las dudas sobre el futuro de Griezmann en todo lo alto, el Atlético regresa a una final continental en la fase culminante de la recuperación de sensaciones que arrancó en enero. Desde la llegada de Diego Costa, el equipo ha recuperado el nivel en Liga y el dominio de situaciones límite en las eliminatorias, ahora toca volver a ganar finales. “Será partido intenso, con mucha fricción. Somos equipos similares en muchos aspectos del juego”, ha pronosticado Simeone.

El aura de las finales

Aquel primer Atleti del técnico argentino, que arrasaba en los partidos por el título (ante el Athletic en la Europa League de 2012, ante el Chelsea en la Supercopa de Europa o en la Copa del Rey 2013 en casa del Real Madrid), parece haber perdido ese aura con las finales tras las dos derrotas en la máxima competición continental (2014 y 2016). En Lyón tiene la oportunidad de redimirse y de que dos de sus jugadores insignia, Torres y Griezmann, consigan su primer gran título con la camiseta rojiblanca en las que, pueden ser, las últimas horas de ambos como jugadores colchoneros.

“Con el nivel que tiene lo único que le importa es ganar títulos”, ha dicho el capitán Gabi sobre Griezmann en la rueda de prensa previa al partido, ya desde el Stade de Lyon. Poco antes, en una entrevista concedida a la UEFA, el propio Griezmann se deshacía en elogios hacia su entrenador: “Lo que está haciendo el Cholo por este club es histórico, creo que a nivel táctico, a nivel defensivo es el mejor del mundo. Estoy encantado con él, le debo mucho, lo sé, y yo siempre voy a estar ahí para ayudarle y para hacerle ganar partidos”, ha dicho el francés.

A un día del partido, en su comparecencia ante los medios, Simeone ha transmitido mucha tranquilidad, confianza y serenidad: “Las experiencias vividas, hemos ganado y hemos perdido, te ayudan a saber qué tienes que hacer dentro del campo. Lo más importante es que tengamos humildad”, ha dicho un Cholo que, sancionado, no podrá sentarse en el banquillo a dirigir a su equipo. “La estabilidad y la regularidad es lo que nos caracteriza. Sabemos sufrir, esa va a ser nuestra fuerza. Jugaremos con cabeza, corazón y lo que nos dé para ganar”, ha destacado Gabi.

La plantilla, al completo y dudas en la alineación

Sin lesiones ni sanciones, el cuerpo técnico rojiblanco cuenta con los 19 jugadores de la primera plantilla. Vitolo, que llegaba aquejado de una lesión muscular, ha completado dos entrenamientos con el grupo y estará disponible. La gran duda del once de Simeone es quién acompañará a Gabi, Saúl y Koke en el centro del campo: Thomas, como opción más conservadora, y Correa, como alternativa ofensiva, se juegan el puesto. Con Filipe Luis recién recuperado de su fractura de peroné, Lucas se perfila como lateral izquierdo titular, mientras que Juanfran y Giménez parecen partir con ventaja para jugar por delante de Vrsaljko y Savic respectivamente.

Se estima que más de 10.000 aficionados rojiblancos estarán en Lyón, amparados por un dispositivo de seguridad sin precedentes, el doble que en cualquier partido de la pasada Eurocopa, según ha informado la prefectura de la ciudad francesa. Además, se esperan menos de 10 grados centígrados a la hora de la final, un partido que arbitrará el neerlandés Björn Kuipers, de infausto recuerdo para los atléticos, el colegiado de la final de la Champions de 2014.