EL ÉXITO DE UN PROYECTO SOCIAL Y DEPORTIVO

El subidón de la nueva Grama

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Raúl Paniagua

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Han pasado cerca de 25 años desde que Santa Coloma de Gramenet vivió uno de sus días más fascinantes con su equipo de fútbol. En el inolvidable campo del Fondo la Grama subió a Segunda B y abrió una etapa que estuvo a punto de llevarla a la categoría de plata. Hasta siete promociones de ascenso disputó, pero la gloria nunca fue completa.

En tres de ellas, con partidos finales en Jerez (1997), Torrelavega (2000) e Irún (2003), el éxito estuvo muy cerca. A un gol incluso. No hubo manera. Luego llegó el desastre. El desierto. El descenso a las cavernas. Hasta este domingo, cuando ya se atisba el final del túnel. La nueva Grama está de vuelta. Le basta un punto ante el Sant Cugat en Can Peixauet para subir a Tercera y culminar su cuarto ascenso consecutivo desde Cuarta Catalana, un caso solo comparable al que protagonizó el Figueres a principios de siglo.

Han cambiado mucho las cosas en estos últimos años, empezando por el nombre del club. Es cierto que la originaria UDAG (Unión Deportiva Atlética Gramenet), siglas que siempre serán veneradas, sigue viva. Está en Tercera Catalana y goza de una salud decente después de flirtear con la desaparición.

"El último empujón"

Solo mantiene el nombre, ni siquiera juega en la ciudad. Lleva tres años instalada en Sant Adrià. El club que de verdad representa a Santa Coloma es la Fundació Esportiva Grama, la entidad fundada el 2 de julio del 2013 con Antonio Morales a la cabeza, el presidente que estuvo 23 años en aquel inolvidable equipo que rozó el ascenso a Segunda A.

"La Fundació Grama es el mejor sitio en el que he estado. Se percibe la grandeza, las ganas de querer ser mejores cada año. Me reactivaron para el fútbol y me encantaría seguir" (Cristóbal León, 'pichichi' de Primera Catalana)

El empresario andaluz siempre ha sido un tipo emprendedor comprometido con una dilatada carrera relacionada con Santa Coloma desde sus inicios en el deporte escolar. "Hay que querer mucho a la ciudad y al deporte para meterte en esto. Mi mujer y mis hijos me decían que estaba loco hace cinco años, cuando impulsamos la fundación, pero pegué el último empujón. Santa Coloma se merece este esfuerzo", explica el presidente, que se marcó el reto de construir algo más que una entidad deportiva.

Función social

Y así ha sido porque la fundación no es solo un club de fútbol. Es mucho más. Cuenta con unos 600 chicos y chicas de 36 países diferentes. "Son distintas religiones, culturas y etnias. A veces te encuentras casos muy duros, pero el entusiasmo puede con todo", reflexiona Morales, que destaca la labor integradora social de la entidad, que cuenta con equipos inclusivos y acoge a niños con temas penales pendientes. "No son delincuentes, son chavales a los que ayudamos a través de los valores del deporte".

"Mi mujer y mis hijos me decían que estaba loco hace cinco años. Ahora queremos más, iremos al 250% para subir a Segunda B", dice el presidente Antonio Morales

La formación y la solidaridad son los ejes de la Fundació Grama, que también tiene su vertiente deportiva y competitiva. Ahí emerge su equipo sénior, que empezó en las catacumbas del fútbol catalán y no ha parado de subir. Los dos primeros ascensos llegaron con José Ramón Carranza en el banquillo (2015 y 2016). El curso pasado, con el técnico Dani Andreu, se subió a Primera Catalana por delante del Mataró y este año, con José Antonio García Escribano al frente, se culminará el viaje a Tercera. Solo falta un punto a tres jornadas del final. Los colomenses suman 69 y el Manresa, 60.

Mensaje a la UDAG

"Queremos más. No vamos a detenernos. El próximo desafío está cerca. Mejoraremos la plantilla. Iremos al 250% para subir a Segunda B", afirma Morales, que agradece el apoyo de la alcaldesa Núria Parlon y lanza un mensaje a la UDAG, su antiguo club. "No tiene futuro. Sería embargada si empezara a subir categorías. No hay que engañar a la gente. El equipo que dejé a un gol de Segunda A acabó en Tercera Catalana y vendiendo su fútbol base. Pero esas siglas siempre merecerán mi respeto".

La plantilla colomense cobra una media de 450 euros. El mejor pagado tiene un sueldo de 800. Uno de los artífices del ascenso es Cristóbal León, el 'pichichi' de la categoría con 20 goles. "Empezamos la temporada con muchos cambios, pero nos hicimos fuertes atrás y aprovechamos nuestra pólvora arriba", comenta el delantero, que está satisfecho en Santa Coloma tras pasar por equipos como el RipolletPremiàRubí Eivissa.

"La Fundació Grama es el mejor sitio en el que he estado. Antonio nos dijo las cosas claras desde el primer día. Nos transmitió su ambición y sus deseos por subir. Se percibe la grandeza, las ganas de querer ser mejores cada temporada. Me reactivaron para el fútbol hace dos años y me encantaría seguir", reflexiona el punta badalonés, de 30 años.

A su lado, también han brillado Buba y Lamin, nacidos en Gambia. Entre los tres suman 46 tantos que han aupado a la nueva Grama, el reflejo perfecto de una Santa Coloma abierta y multicultural.