Wenger se va del Arsenal tras 22 años

Arsène Wenger escogió el dia de su adiós. Después de dos años especialmente duros, y 14 sin levantar la Premier, cada resultado intrascendente sumaba un adepto a la ruidosa campaña del 'Wenger Out'. Quizá ha llegado demasiado tarde, pero el Arsenal ya era más casa de Wenger que de muchos quiénes le querían echar, así que era él quien debía tomar la última palabra. A su marcha, el alsaciano deja a un club transformado: moderno, con un estilo alegre, un nuevo estadio, una economía potente y una plantilla también prometedora. Ganó 3 ligas, 7 Copas y se quedó sin trofeos en Europa. Su recuerdo más brillante, 'Los Invencibles', que sumaron 42 partidos de liga sin perder.

La historia de Wenger en el norte de Londres tiene dos mitades. Una primera de éxito absoluto, fascinación y grandes resultados. En la segunda, el cuento se estropea. Mismos protagonistas, misma intención, pero los finales son tristes. ¿Cuántas veces habrá pensado Wenger en París? Saint-Denis 2006. El Barcelona y el gol de Belletti. ¿Qué hubiese cambiado de ganar aquel partido? Habrían estrenado el Emirates Stadium, y por lo tanto una época, como campeones de Europa.

El más longevo

"Después de una cuidadosa consideración, creo que es el momento indicado para dejar el cargo". El comunicado de Wenger es directo y escueto. Deja espacio al hincha para asumir el dolor que significa su marcha, incluso para los que deseaban este momento. "Mi amor y apoyo para siempre", termina. Arsène ha defendido los colores del Arsenal durante 22 años. Su adiós marca también al fútbol inglés. Era el entrenador más longevo de las cuatro divisiones profesionales.

Pep Guardiola no quiere que se vaya: "Figuras como la suya deben seguir involucradas, son muy necesarias". Incluso José Mourinho, que se las tuvo con el francés en numerosas ocasiones y llegó a llamarle "especialista en el fracaso", le ha mandado unas palabras de afecto: "Estoy seguro que como club el Manchester United le mostrará el respeto que se merece. Espero que no se retire del fútbol".

Parten de puntos distintos, porque Sir Alex Ferguson dejó al Manchester United campeón, pero ahora el Arsenal afronta una decisión delicada para escoger al sustituto ideal. En Old Trafford aún no se han recuperado del vacío del escocés. No sólo por los títulos, también por la apuesta futbolística. El máximo ejecutivo 'gunner', Ivan Gazidis, explicó en una sentida rueda de prensa que el sucesor deberá compartir la filosofía de Wenger, afín a un fútbol atractivo y decidido en su apuesta por los jóvenes. A su vez, el máximo accionista, Stan Kroenke, emitió el siguiente comunicado: "Es uno de los días más difíciles. Una de las muchas razones que nos llevaron a involucrarnos con el Arsenal fue lo que significa Arsène dentro y fuera del campo".

La Europa League como esperanza

Su adiós aún no tiene fecha. Hay distintas posibilidades. Una es la bella población de Huddersfield, cerca de Leeds, donde el Arsenal jugará el último partido de la temporada el 13 de mayo. La otra opción es Lyón y la final de la Europa League tres días más tarde. El último servicio de Wenger podría ser devolver al Arsenal a la Champions, una competición a la que nunca había faltado hasta esta temporada.

Pero antes, en semifinales de la Europa League, el Arsenal se medirá al Atlético de Madrid, con la ida en Londres y la vuelta en el Wanda Metropolitano, y esperaría en la final al vencedor de la eliminatoria entre Olympique de Marsella y Salzburgo.

Cuando celebró su 125º aniversario, el Arsenal desveló tres estatuas en las afueras de su estadio. Una del capitán Tony Adams, otra de Thierry Henry y una última de Herbert Chapman, histórico entrenador de principios de siglo XX. En el 2014 se decidió poner también otra del ariete holandés Dennis Bergkamp. Tres de las cuatro leyendas son del periodo de Wenger, que pronto podrá observar también la suya para siempre en el club de su vida.