El Espanyol prolonga su derrumbe con otro batacazo en casa ante el Eibar (0-1)

El Espanyol prolongó este miércoles su derrumbe en la Liga con la quinta jornada consecutiva sin ganar ni marcar. En otra actuación lamentable el equipo perico fracasó contra el Eibar (0-1), que asaltó Cornellà después de sumar solo 2 de los 18 últimos puntos. En un estadio desangelado, el bloque blanquiazul protagonizó un partido muy pobre con una primera parte nefasta y una segunda decente pero insuficiente.

Suerte tiene el conjunto de Quique Sánchez Flores de que solo quedan 15 puntos en juego y el Depor, el equipo que cierra la zona de descenso, está a 9 puntos más el golaveraje, además de tener un duro calendario con rivales como el Barça, Celta, Villarreal y Valencia. De lo contrario habría motivos para temblar porque el Espanyol está fundido, sin ideas ni chispa para nada. Es un equipo muerto capaz de perder hoy en día contra cualquiera. 

Proyecto liquidado

No queda ni rastro de la intensidad de ese bloque que fue capaz de tumbar a los tres grandes de la Liga. La afición está cansada y este miércoles pidió la dimisión del técnico incluso antes del pitido inicial. Al final del choque el cántico fue unánime. El "¡Quique vete ya!" retumbó en Cornellà. Solo había 12.000 espectadores pero el entrenador comprobó que nadie lo quiere. Su proyecto está liquidado.

"En ningún momento hemos hablado del posible descenso, pero en el fútbol hay que estar alerta. Han pasado muchas cosas" (Quique Sánchez Flores)

El preparador apostó por dos nuevos laterales en su alineación, con la entrada del capitán Javi López y el regreso de Aarón. Víctor Sánchez también volvió, pero la imagen en la primera mitad fue horrible. No hubo ni un solo tiro a puerta ante un rival en el peor momento de la temporada.

La tensión de Quique

El Eibar se adelantó con un cabezazo de Lombán tras un córner (m. 32). No necesitó más para llevarse el triunfo y curar sus males. El Espanyol, al menos, mejoró tras el descanso. Un tiro de Gerard Moreno y otro de Sergio Garcia, ambos repelidos por el meta Dimitrovic (m. 69 y 71), fueron las mejores ocasiones de un equipo que pide a gritos el final de la Liga. 

La agitación de la grada se trasladó a la sala de prensa, en la que Quique empezó muy tenso y estuvo a punto de cerrar su intervención antes de tiempo. El técnico no quiso hablar de su dimisión y reconoció la difícil situación que atraviesa el equipo. "Estamos en un periodo de ofuscación, no podemos jugar con soltura. Todo nos comprime y los jugadores tienen una enorme dificultad para salir adelante", empezó valorando el madrileño. 

"Recibimos lo que generamos"

Respecto al enfado del público, se mostró comprensivo. "Recibimos lo que hemos generado. Si no generamos victorias y emociones puede ocurrir esto. Hay que asumir las consecuencias y apechugar", agregó Quique, que espera acabar con dignidad el campeonato.

"Queda poco, estaría bien terminar lo mejor posible. Nos debemos a la gente, a la historia del club al que pertenecemos, no queda otra que seguir adelante. En ningún momento hemos hablado del posible descenso, pero en el fútbol hay que estar alerta. Han pasado muchas cosas", concluyó.