EL FENÓMENO DEL GOLF

Rahm cierra el círculo en España y apunta a la Ryder

El jugador vasco de 23 años ha ganado los títulos españoles de todas las edades tras triunfar en el Abierto

Jon Rahm, en la última jornada del Abierto de España.

Jon Rahm, en la última jornada del Abierto de España. / periodico

Joan Carles Armengol

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No parece existir techo para Jon Rahm en el mundo del golf. El jugador vasco de 23 años, con solo dos años de profesional, está rompiendo moldes y confirmando todo lo bueno que se esperaba de él cuando ya destacaba en las categorías inferiores. Con la victoria del domingo en el Abierto de España celebrado en Madrid, el fenómeno de Barrika (Vizcaya) ha cerrado el círculo en España y ya busca nuevos horizontes, como puede ser la Ryder Cup que, por segunda vez en su turno europeo, se disputará fuera de las Islas Británicas.

"Me encantaría ser parte del equipo y ganar esta vez la copa que todos los golfistas europeos queremos ganar", aseguró el domingo Rahm, al hablar de la Ryder que se disputará del 28 al 30 de septiembre en Francia. Para conocer mejor el campo, el jugador tiene previsto participar en el Abierto de Francia, del 28 de junio al 1 de julio, que se disputará en el Le Golf National de París, el escenario de la Ryder. 

Porque lo que es seguro es que Rahm estará en el equipo europeo para medirse al de EEUU, su segunda casa. Este lunes ha aparecido de nuevo como cuarto mejor jugador en el ránking mundial, y sus méritos son indudables. El domingo logró su quinto título profesional en menos de dos años en los dos circuitos más importantes. Lo mismo gana en el PGA Tour (el Farmers Insurance del 2017 y el CareerBuilder del 2018) como en el European Tour (Dubái e Irlanda, en el 2017, y el Abierto de España de esta semana), lo mismo en Norteamérica -adonde emigró hace cinco años para estudiar y jugar en la universidad de Arizona State- que en territorio español. En Madrid -donde permaneció dos años bajo la tutela federativa antes de ir a EEUU- logró cerrar el círculo que inició en el 2009, cuando se proclamó campeón de España cadete. Luego añadió los títulos en categoría júnior (2010 y 2012), sub-18 (2010 y 2012), absoluta (2014 y 2015) y, finalmente, en el Open de España, donde añadió su nombre a los otros ilustres ganadores españoles: Antonio Garrido (1972), Severiano Ballesteros (1981, 1985 y 1995), Sergio García (2002), Álvaro Quirós (2010) y Miguel Ángel Jiménez (2014).

Emociones a flor de piel 

"Este ha sido uno de los domingos más duros que he tenido para ganar, con las emociones arriba y abajo, pero ha sido muy bonito", aseguró Rahm, que en la última jornada superó dos golpes de desventaja ante el irlandés Paul Dunne y uno ante el cántabro Nacho Elvira para acabar imponiéndose con 268 golpes (20 bajo par) gracias a su 67 final, con dos golpes de ventaja sobre Dunne y tres sobre Elvira.

Su presencia en Madrid, apenas una semana después de brillar en el Masters de Augusta (donde fue cuarto, su mejor puesto en un grande), desató una auténtica pasión. Más de 47.000 personas pasaron por el Centro Nacional de Golf, de ellas 19.000 en la última jornada. La mayoría seguían las evoluciones del chicarrón vasco, vitoreado desde el primer al último golpe. Rahm se quedó cada día a firmar autógrafos y complacer a los seguidores por espacio de más de una hora. "No dejaré ni a un solo niño sin mi firma", replicó cuando le instaban a abandonar las instalaciones.

Rahm sabía que no podía fallar, y no lo hizo, desplegando su clásico juego de ataque y buscando prácticamente el 'birdie' en cada hoyo. "Ha sido difícil porque mi familia estaba aquí y porque todos las personas que seguían mi partido querían que yo ganase", explicó el golfista vasco, que evitó de milagro el agua en el hoyo 17, un par 3, el mismo en el que Elvira enterró sus opciones al irse al lago y firmar un doble bogey. Rahm siguió apretando, cogió de nuevo el driver en el 18 y aseguró su nueva victoria. "Es mi estilo de juego, me cuesta no jugar agresivo. Cuando haces luego un buen 'swing' y ves la bola volar hacia donde quieres es lo que hace tan divertido este deporte".

Rahm demostró de nuevo su enorme ambición, que a veces le lleva aún a tener reacciones iracundas en el campo, aunque cade vez menos. "Cuando decidí venir directamente desde Augusta, no fue para pasear. Quería ganar este torneo para completar todos los títulos en España. Lo he conseguido y es difícil explicar lo bien que sienta y lo satisfecho que estoy".