El Girona empata ante el Levante y ve rota su racha victoriosa en casa

No pudo alargar el Girona su serie victoriosa en Montilivi ni romper la mala racha después de los parones. Los de Machín cedieron dos puntos preciosos en su lucha por entrar en Europa, pero sumaron otro no menos valioso para alcanzar dicho reto. Ya se sabe que cuando no se puede ganar, el empate es lo menos malo. Y un punto, aunque pueda saber a poco, es un botín que que cuando menos sirve para consolidar el séptimo puesto. Solamente el Betis puede asaltarlo esta semana, y la única manera de avanzar al Girona es ganando en Getafe.

El Levante salió respondón en Montilivi. Ya se intuía que sería un rival duro de pelar. Al margen que no se le da nada mal el escenario gerundense (ocho visitas y solo una derrota), el cuadro valenciano llegó muy fresco mentalmente tras dos victorias seguidas.

De tú a tú

Con el nuevo técnico y la confianza renovada, el Levante planteó un partido de tú a tú al Girona, que sufrió cuando los azulgrana tuvieron el balón. Los visitantes también sufrieron los arreones de los de Machín, que cuando ponen las revoluciones al límite y atacan en oleada hacen temblar a cualquier rival. Fue un intercambio de golpes intenso, cada uno con su estilo.

El Girona rozó varias veces el 1-0, con un disparo de Aday que Oier envió a córner (m. 10), un cabezazo de Bernardo que se perdió por centímetros (m. 23) y una falta directa de Aday que pegó en el palo (m. 30). El Levante también pudo marcar el 0-1, aunque Bounou salió al rescate en una acción de Roger (m. 15) y otra de Boateng (m. 18). La madera también salvó al Girona en una jugada de Boateng al límite del descanso.

El descanso no apagó el empuje del Girona ni del Levante. Los visitantes remataron dos veces en los dos primeros minutos (Lerma y Boateng), pero los locales volvieron a encontrar unos minutos antológicos en los cuales tuvieron la oportunidad de noquear a su rival.

El estreno de Granell

Àlex Granell destapó la caja de los truenos con su primer gol en Primera División una delicia de jugada con conducción y rosca final con su izquierda de seda. Nada pudo hacer Oier para evitar el 1-0. Montilivi rugió. Y cuando Montilivi ruge, los rivales tiemblan.

El Girona tuvo grogui al Levante y también la oportunidad de rematarle: Portu, tras una aceleración marca de la casa, dio el 2-0 hecho a Stuani, pero el uruguayo no acertó en una vaselina que parecía facil y la pelota se perdió fuera cuando todo el estadio ya celebraba el gol.

Cuando el arreón del Girona acabó, el Levante cogió aire. Los valencianos tuvieron un buen control de los ataques posicionales gracias a la buena colocación y distribución de dos piezas como Lerma y Campaña. Y sobretodo con Morales, que ya se la ha jugado más de una vez al Girona y volvió a convertirse en su bestia negra: el centrocampista azulgrana arrancó en posible fuera de juego y acabó con más de seis partidos de imbatibilidad de Bounou en Montilivi (607 minutos).

El 1-1, que premió el esfuerzo de los azulgrana, dio paso a unos últimos minutos intensos entre dos equipos que no se conformaron con el punto. El Levante, con la presión arriba, intentó robar balones lo más cerca posible del área de Bounou. El Girona tampoco miró hacia atrás y arriesgó partiendo el equipo en dos. Nadie salió vencedor, pero tampoco nadie salió vencido.