Maritim y Chebitok se quedan a las puertas del récord

El maratón de Barcelona cumplió 40 años con un buen estado de salud, la complicidad ciudadana y una marea africana que, un año más, controló de arriba abajo la parte delantera de la carrera. Entre los más de 17.000 corredores que tomaron la salida en el redondo aniversario de la fiesta del atletismo popular barcelonés, un par de docenas de keniano, etíopes y marroquís controlaron la élite, y los mejores rozaron los récords de la prueba, que se salvaron por un margen de pocos segundos.

Los africanos, de hecho, consumaron su séptimo doblete consecutivo (desde el 2003, cuando lo hizo Alberto Juzdado, no gana un hombre no africano, y desde el 2011, con la sueca Josephine Ambjörnsson, no lo hace una mujer no africana), en esta ocasión gracias a las victorias kenianas de Anthony Maritim y Ruth Chebitok. Maritim, de 31 años y en su sexto maratón, cerró vencedor el crono en 2.08.08, su mejor marca personal (tenía 2.09.11), insuficiente sin embargo para superar el mejor crono en Barcelona, que data del 2010, de su compatriota Jackson Kotut (2.07.30). Chebitok, una tímida debutante de 26 años, también de la zona de Eldoret (Valle del Rift), ganó con 2.25.49, a 45 segundos del récord de la prueba que la etíope Helen Bekele dejó establecido el año pasado en 2.25.04.

Marca personal

Los récords, pues, deberán esperar, pero el emblemático recorrido turístico-atlético por Barcelona demostró tener las cualidades que exigen los visitantes. De hecho, los tres primeros clasificados (Maritim lideró un triplete keniano ante Silas Too, que hizo 2.08.26, y Hillary Kipsambu, 2.0.8.53) hicieron su mejor marca personal de siempre, y los seis mejores bajaron de la barrera de las 2.10 (a los tres kenianos sucedieron tres etíopes: Tariku Kinfu, 2.09.25; el favorito teórico Tsegay Kebede, 2.09.25; y Tsedat Ayana Abeg, 2.09.26).

Las dos carreras -maculina y femenina- estuvieron marcadas en cierta manera por las ‘liebres’. De las tres masculinas que debían llegar hasta el kilómetro 25, sólo una lo hizo, debiendo estirar hasta el 28, donde ya dejó solo a un grupo de cuatro corredores. El famoso ganador paralímpico del año pasado, el keniano Jonah Kipkemoi Chesum, que triunfó entonces realizando funciones precisamente de ‘liebre’, ya se había quedado descolgado sobre el kilómetro 25, y 10 antes lo había hecho su compatriota Philip Kimutai, retirado.

De los cuatro de cabeza, Maritim, de 31 años y en su sexto maratón, se mostró el más sólido, dejando por el camino a sus tres rivales directos. Sin embargo, los dos kilómetros finales en la sostenida subida del Paral·lel se mostraron otra vez decisivos. El keniano tardó 7.09 minutos en recorrer los 2.195 metros finales y ello le distanció del récord de la prueba.

850.000 personas pendientes

En el sector femenino, la ‘liebre’ tradicional de la carrera, Tom Payne, un auténtico reloj de precisión, se lesionó a mitad de recorrido y eso condicionó el ritmo de la vencedora, una especialista en medio maratón que, en su estreno en la distancia más larga, quedó a 45 segundos de la plusmarca barcelonesa. Eso no empañó su alegría. "Estoy muy satisfecha por el resultado, he disfrutado mucho con el recorrido y la ciudad, y estoy segura que repetiré", dijo la menuda Ruth Chebitok, que dejó atrás a partir del kilómetro 30 a las etíopes Tsegaye Beyene (2ª, con 2.27.08), Worknesh Alemu (3ª, con 2.28.19) y Alemitu Begna (4ª. Con 2.30.55).

Maritim, que se entrena en Iten en el grupo del mejor maratoniano de la actualidad, Eliud Kipchoge, también agradeció "la confianza que los organizadores han tenido en mí". El keniano mejoró en más de un minuto su mejor marca, pero al no bajar de la barrera de las 2.08 se quedó sin 10.000 euros extras en premio, aunque se llevará a su granja los 10.000 destinados al vencedor.

El Zurich Marató Barcelona, a pesar de haber bajado en 3.000 inscripciones el nivel de 20.000 alcanzado en los dos años anteriores, se consolidó como una fiesta del deporte, con el calor de los ciudadanos en las orillas del recorrido, cuantificados en unas 300.000. Pero el ayuntamiento considera que el impacto es aún mayor. Cálculos realizados aseguran que cada participante despierta la atención y el seguimiento de 50 personas de su entorno, a través de su presencia directa o por las redes sociales. Eso elevaría la cifra de atención a unas 850.000 personas. Hay que tener en cuenta que el 46% de los participantes son extranjeros, procedentes de 86 países. El nivel de participación femenina se ha elevado este año hasta el 23%.