Cuatro jugadores del West Bromwich roban un taxi en Barcelona

Suena a gamberrada de adolescentes en Magaluf, pero la historia implica a jugadores de fútbol profesional y sucede en las calles de  Barcelona. Cuatro jugadores del West Bromwich, club de la Premier League, robaron un taxi sobre las 5.30 horas de la madrugada de este jueves y lo condujeron ellos mismos hasta su hotel, en cuya puerta lo dejaron aparcado para asombro de la recepcionista del establecimiento, que avisó a la policía. Los cuarto protagonistas han emitido este viernes por la tarde un comunicado para disculparse.

El West Brom, último clasificado de la máxima categoría del fútbol inglés, se encontraba esta semana en Barcelona haciendo un 'stage', algo habitual en su liga en estas fechas, con el que su técnico, Alan Pardew, confiaba en dar un giro a la errática trayectoria del equipo tras ganar uno solo de sus últimos 25 partidos ligueros. Parece que no lo logró.

Tal y como adelantó la página web La Media Inglesa, cuatro de sus futbolistas decidieron ir a divertirse a una discoteca del Port Olímpic. Saciadas sus ganas de bailar y, al parecer, también de beber, decidieron que era hora de comer algo, y se subieron a un taxi para hacer un recorrido más que habitual para los taxistas que trabajan en el turno de noche: desde la citada zona de ocio hasta el restaurante McDonald's de la Ronda Litoral, abierto las 24 horas del día (y de la noche).

El asombro de la recepcionista

Una vez allí, el chófer debió ausentarse por algún motivo (ir al baño o pedir también algo de comer), y los jugadores no tuvieron mejor idea que sentarse al volante del vehículo y conducirlo hasta el hotel The One, en la calle de Provença, donde estaban hospedados. La sorpresa que debió llevarse el taxista al ver que se habían llevado su coche solo debe ser comparable a la de la recepcionista del hotel que vio cómo un taxi aparcaba de cualquier manera en pleno centro de Barcelona y de él se bajaban cuatro hombres extranjeros que lo dejaban abandonado y se iban a dormir a sus habitaciones.

A la par que la recepcionista avisaba a los Mossos, estos recibían la llamada del taxista para denunciar el robo, con lo que no fue difícil atar cabos. Los jugadores fueron llevados a comisaría, donde se abrió un atestado policial. De regreso ya en Inglaterra, están acusados del delito de hurto de uso del vehículo.

El club confirmó en la tarde de este viernes que cuatro de sus jugadores, sin citar sus nombres, se vieron "envueltos en un incidente" durante su estancia en España, que ha iniciado su propia investigación y que aplicarán con rigor el código disciplinario interno. Horas después los propios jugadores han pedido disculpas en un comunicado. Se trata del portero Boaz Myhill (35 años), el defensa Jonny Evans (30) y los centrocampistas Gareth Barry (36) y Jake Livermore (28).

"Nos gustaría pedir perdón a nuestros compañeros, al entrenador, al club y, sobre todo, a los aficionados por el incidente que se ha divulgado en los medios en las últimas horas", publicó el West Brom en un comunicado firmado por los cuatro futbolistas. "Creemos que es importante que se sepa que somos nosotros los jugadores involucrados en el incidente que tuvo lugar durante la concentración en España esta semana, puesto que, si no, se podría implicar a nuestros compañeros", destacan en la nota.

"Una temporada complicada"

"Pedimos perdón por saltarnos el horario y aceptamos que hemos violado el código de conducta y profesionalidad que se requiere de un jugador del West Bromwich Albion. El club nos ha informado que va a llevar a cabo su propia investigación y estamos dispuestos a colaborar. Mientras tanto, queremos asegurar a los hinchas que este incidente no afectará nuestra determinación para recuperarnos de la que está siendo una temporada complicada", concluyen.