LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

Javier Fernández saldrá a por la medalla que le falta

El patinador prepara como si fuera un campeonato más unos Juegos en los que quiere resarcirse del cuarto puesto del 2014

Javier Fernández.

Javier Fernández. / periodico

Joan Carles Armengol

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El gran problema para Javier Fernández, la gran esperanza española en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, es que todo el mundo le ve ya con la medalla colgada. El patinador madrileño de Cuatro Vientos llega al programa corto de la madrugada del viernes (2.00, hora española) en toda su madurez, a sus 26 años y en sus terceros Juegos, y en toda su plenitud, tras lograr el mes pasado su sexto campeonato de Europa consecutivo, a añadir a los dos títulos mundiales conseguidos con posterioridad a su última participación olímpica, en Sochi 2014, que se saldó con un indescriptible cuarto puesto. Una espina clavada muy honda que 'Superjavi' luchará por extirpar hasta el últimos suspiro.

"Digamos que sí, que la espina está clavada, porque me quedé a las puertas del podio. Esperemos que en estos Juegos no pase lo mismo", reconoció el patinador español nada más llegar el pasado domingo a la villa olímpica de Gangneung, tras 14 horas de vuelo desde Toronto. Javier no quiso estar en la ceremonia inaugural del viernes porque no quiere que nada la distraiga de su objetivo, que no es otro que estar en el podio olímpico. "Vengo al mil por cien y con muchas ganas, eso es lo importante", añadió el patinador, que sin embargo quiere dar un tono de normalidad a su torneo más importante para que la presión, que sí le influyó en Sochi, no le afecte en esta ocasión.

"Queremos normalidad, mantener todo lo más normal posible para que sea una competición en la que me pueda sentir libre y a gusto para poder hacer unos buenos programas". Al corto de este viernes seguirá el programa libre del sábado (también a las 2.00 h.), que cerrará realmente las opciones españolas de medalla en estos Juegos.

La confianza del entrenador

Javier deberá poner todo de su parte para mantener esta normalidad que reclama. Todos le ven entre los favoritos. Incluso su entrenador, el doble subcampeón olímpico (Sarajevo-84 y Calgary-88), el canadiense Brian Orser, con quien lleva siete año entranando en Toronto. "Está en su mejor momento, tanto de forma física como mental", asegura Orser, "Cuando fuimos a Sochi, él no era campeón mundial, y ahora ya ha gando dos veces este título. Su actitud ha cambiado por completo, de forma positiva, porque ahora ya interioriza que es uno de los principales actores de esta película".

También el compañero de Javier en la selección, Felipe Montoya, le sitúa en el pedestal de los favoritos. "Sé que todo el mundo espera la medalla de Javi. Y yo también, pero yo espero la de oro. Sé que es totalmente factible", asegura Montoya, nacido en Pereira (Colombia) y que a los ocho años se instaló en San Sebastián. A sus 27 años, Montoya se estrena en unos Juegos que deben consagrar a Javier, con permiso de un puñado de patinadores que también entran en todos los pronósticos: los japoneses Yuzuru Hanyu y Shoma Uno, el estadounidense Nathan Chen, el canadiense Patrick Chan... 

Hanyu, el rival en casa

El joven Chen (18 años) es el único capaz de meter cinco cuádruples saltos en el ejercicio largo, pero será probablemente Hanyu (23 años y actual campeón olímpico) el que le pude plantear más problemas el español. El hecho de entrenarse juntos en el grupo de Orser no facilita las cosas. "A veces nos tienen que llevar a entrenar a sitios distintos", reconoce Javier. Con el oro en juego, la anterior convivencia idílica se ha desvanecido. Pero tiene algo positivo: "Entrenar con tu mayor rival es importante porque nos mantiene a todos vivos y con los dientes largos de ser mejor que el otro en cada entrenamiento. Creo que esta es la manera de seguir mejorando días tras día".