La Mitja de Barcelona, una carrera estratégica

Primera cita grande del año para el atletismo barcelonés. La Mitja, el medio maratón, llega a su 28ª edición plenamente consolidada (superará por tercer año consecutivo los 16.000 participantes) y con nuevos objetivos. Tras los cinco récords del mundo batidos por la keniana Florence Kiplagat en los años 2014 y 2015 (dos de ellos, en el paso de los 15 y 20 kilómetros, aún siguen vigentes), la organización ha puesto la mirada en el sector masculino para que por primera vez algún hombre baje de la hora. Con ello se superaría el récord de la prueba barcelonesa establecido por el campeón olímpico de maratón, el keniano Eliud Kipchoge, en el 2013 con un registro de 60.04 minutos, y Barcelona se acercaría -por lo que se refiere a marcas- a los mejores medios maratones del país que ya han visto superada esa barrera, como Granollers y Valencia.

Candidatos para conseguirlo habrá de sobras, venidos todos de África, con el ganador del año pasado, Leonard Langat (Kenia) a la cabeza (acredita 59.18) y otros cinco fondistas por debajo de los 61 minutos. Y está también la revelación del año pasado en el maratón, el paralímpico keniano Jonah Kipkemoi Chesum, que ganó tras salir de 'liebre' (atletas que marcan el ritmo) y pese a un visible lesión de infancia en el brazo derecho. Chesum quiere mejorar su marca en medio maratón (62.04 en los 21.097 metros) pero, sobre todo, prepararse para repetir victoria dentro de un mes exacto, el 11 de marzo, en la distancia más larga, donde también pretende mejorar sus 2.08.57 del 2017.

Un 33% de extranjeros

Pero el aliciente principal del 2018, este domingo (salida a las 8.45 horas), procederá de la multitud de atletas de más de 20 países europeos que han elegido Barcelona para intentar meterse -vía marca mínima- en el Mundial de medio maratón de Valencia del próximo 24 de marzo. "La carrera se ha convertido en un campeonato de Europa oficioso, unos verdaderos 'trials' [así llaman en EEUU a las pruebas de selección] para Valencia", asegura el director general de la prueba, Sergi Pujalte. Más de 100 atletas europeos consumirán sus opciones de clasificarse en Barcelona, aprovechando un circuito ya clásico (solo un carril bici nuevo ha provocado un pequeño cambio en la calle Josep Pla) tan plano que la máxima diferencia en su altimetría se limita a 15 metros, y tan lineal que solo tiene 22 giros.

Todo ello le ha convertido en uno de los favoritos. Entre los 16.500 inscritos hay un 33% de extranjeros y un 29% de mujeres. Cualidades todas ellas que le han valido el reconocimiento de la federación mundial (certificado Gold Label) y europea (sello 5 estrellas).