El Espanyol cae también en Leganés (3-2)

La desgracia se cebó con Mario Hermoso para precipitar la tercera derrota consecutiva del Espanyol, la segunda en la Liga. El central marcó dos goles en su propia portería para despejar el camino hacia el triunfo del Leganés, el verdugo del Real Madrid en la Copa. Abrió el marcador con un desvío a tiro de Zaldua que no iba bien dirigido, volvió a hacerlo después de que Marc Navarro empatara en el segundo tiempo y no pudo consolarse con el tanto con el que puso el 3-2 definitivo en el marcador después de otro tanto de Guerrero.  

Si el equipo catalán aspira a acabar entre los ocho primeros de la Liga, como defiende Quique Sánchez Flores, no ha empezado de la mejor manera el año. Un punto en los tres últimos partidos ponen en entredicho ese objetivo, del que sin duda está más cerca el Leganés, que, tras dar el campanazo en la Copa, superó con oficio y mucha más fortuna al equipo blanquiazul en un abarrotado Nuevo Butarque.

Con ocho cambios respecto al equipo inicial que ganó al Madrid en el Bernabéu, por cuatro del Espanyol que cayó ante el Barça en el Nou Camp –entraron Diego López, Duarte, Baptistao y Gergio García--, el conjunto de Asier Garitano no se inmutó ante el ambicioso 4-3-3 que planteó el técnico perico, que no se había privado de manifestar su contrariedad por la decisión del club de traspasar a Javi Fuego al Villarreal y remodeló su centro del campo con la inclusión de Víctor Sánchez junto a David López y Granero.

Incursiones de Zaldua

Sin que el Espanyol hubiese dado señales de vida en ataque, Mario Hermoso, que ya se la había jugado en una acción confusa con Guerrero, desvió hacia su portería un duro lanzamiento dirigido hacia el área chica de Zaldua tras un tiro al palo de Brasanac (m. 11). Las apariciones del profundo lateral donostiarra constituyeron un quebradero para Aarón, que encontró poca colaboración para neutralizar la superioridad pepinera por su banda. Profundidad fue precisamente lo que le faltó al cuadro catalán en el primer tiempo pese a su disposición táctica y a que su centro del campo logró entonarse poco a poco para tomar aire ante la presión local.

Encadenó hasta tres saques de esquina que Granero dejó en nada con sus deficientes lanzamientos. Antes del tercero, Mario Hermoso tuvo un descuido que bien pudo significar el segundo tanto madrileño. Se dejó arrebatar la pelota en zona de altísimo riesgo por Guerrero, que se dio demasiado largo el último autopase y permitió que Diego López salvara la situación.

Bustinza salvador

En el cuarto córner, sacado esta vez por Aarón desde la derecha, encontró el Espanyol su mejor oportunidad de equilibrar el marcador antes del descanso. Cuéllar no llegó a despejar, el balón rechazado le cayó a Hermoso, que tiró a bocajarro y no dio crédito a cómo Bustinza se tiro en plancha para evitar el gol con la cabeza.

La decisión con que el equipo catalán volvió al campo tras el descanso no tardó en darle beneficios. Víctor Sánchez estuvo cerca de restablecer el empate a centro de Aarón y Marc Navarro lo consiguió finalmente dos minutos después. Recibió una gran apertura de David López, se llevó con fortuna el balón ante Raúl García y clavó el balón en la portería local con permiso, eso sí, de Cuéllar, que no hizo mucho por detenerlo (m. 49).

Tras una fase de equilibrio, sin que ninguno de los dos equipos corriera demasiados riesgos y el Espanyol amenazara únicamente con un tiro desviado de Sergio García, Quique optó por cambiar el dibujo y reforzar el centro del campo con Darder. La decisión produjo el efecto contrario al deseado porque Guerrero encontró sitio entre los dos centrales para cabecear a gol un gran centro de Raúl García (m. 69).

Navarro al palo

Marc Navarro estuvo otra vez a punto de arreglarlo a 13 minutos del final, pero su gran disparo después de irse de tres contrarios en el área fue a parar al larguero. Metió entonces el técnico blanquiazul a Jurado por Granero y de nuevo sacó a relucir Hermoso su mala pata en Butarque para desviar a su portería un centro de Amrabat tras irse de Navarro (m. 82). Bustinza cabeceó al larguero antes de que Hermoso acortase distancias al desviar, esta vez hacia la portería rival, un mal despeje de Cuéllar en una falta (m. 88).