Otro esperpento del Madrid (2-2)

Otro petardazo del Madrid, esta vez a cargo de la segunda unidad, que fue incapaz de imponerse al Numancia (2-2), un equipo que terminó zarandeando al conjunto de Zidane, que definitivamente no está para nada y que incluso vio peligrar la igualada en otra triste entrega en el tramo final. El 0-3 de la ida propició que el pase a cuartos no peligrara, aunque el público terminó silbando a su equipo.

El primer encuentro del año en el Bernabéu confirmó el pésimo momento por el que atraviesa el Madrid, metido de lleno en una profunda crisis. Ni el equipo A en Vigo, ni el B frente a un equipo de Segunda consiguieron cambiar la fisonomía de un conjunto que va cuesta abajo. Esa caída libre también arrastra a Zidane, incapaz de dar con la tecla. Ante el Numancia se comprobó que son pocos los jugadores de la llamada segunda unidad que piden paso en los partidos del alta enjundia. Uno de ellos es Lucas Vázquez, autor de los dos goles de su equipo y el único futbolista que se metió de lleno en el choque, pese a la holgada ventaja que traía su equipo de Soria.

Conflicto interno

Parecía que en medio de la tormenta que asola al Madrid, la copa iba a ser el punto de inflexión pese al conflicto interno que vive el vestuario y que ha llevado a algún jugador a apuntar que no juegan los que mejor entrenan. Tampoco para esos futbolistas fue un bálsamo la copa porque ver al Numancia asediando la portería de Casilla hasta el último minuto se hizo muy duro para los aficionados que aguantaron el frío y se fueron casi de vacío y con una sensación desagradable.

No fue malo en inicio del encuentro por parte del Madrid. Con Asensio, Kovacic y Lucas, el equipo de Zidane marchaba con cierta solvencia. Llegó el primer tanto en un cabezazo de Lucas a centro de Carvajal (m. 10) y aquello aparentaba una noche plácida, pero empató Guillermo al filo del descanso tras un excelente contragolpe con Nieto y Mateu que remató Guillermo (m. 45).

Volvió a surgir Lucas para deshacer un empate tras un centro de Asensio y una dejada de Mayoral (m. 59), pero a partir de ahí, el Madrid desapareció y el Numancia le pasó por encima con tres claras ocasiones antes de que Guillermo marcara el empate de cabeza (m. 82) para sonrojo de la grada.